Se reunió por primera vez la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo

Tras la primera reunión de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo, realizada ayer, se decidió la conformación de un Consejo de Participación Social que hará un seguimiento de la ejecución del plan y podrá presentar propuestas.
Se reunió por primera vez la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo

El encuentro se realizó en la Secretaría de Ambiente de la Nación y contó con la presencia de los titulares ese Ministerio, los de Medio Ambiente porteño y de la Secretaría de Política Ambiental de la provincia de Buenos Aires.

A siete meses de su creación, la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo busca sumar propuestas de la comunidad para concretar el plan de limpieza de la zona.

Se resolvió la convocatoria de un Consejo de Participación Social, en el que estarán representadas todas las organizaciones no gubernamentales con intereses en la cuenca, que tendrán a su cargo “el monitoreo social del plan integral”.

También se resolvió convocar a las universidades de la región involucrada –Lomas de Zamora, Lanús, La Matanza y Morón, además de la UTN y la UBA–, como ámbito de consulta y debate sobre el plan oficial para la limpieza y descontaminación de ese curso de agua.

Otros de las propuestas fue la conformación de “una mesa interjurisdiccional”, cuya misión será “la unificación de los requerimientos para readecuar a los establecimientos industriales” asentados en la zona.

Se acordaron una serie de acciones para facilitar el acceso a créditos por parte de las empresas asentadas en la cuenca del Riachuelo. La idea es que estén destinados a la modernización de plantas depuradoras de residuos.

El Consejo de Participación Social estará integrado por “un representante de cada organización” vecinal o ambientalista de la región involucrada. La inscripción de organizaciones no tiene límites: pueden participar todos los interesados.

Su misión será “hacer un seguimiento de los avances del plan y formular propuestas que no estén contempladas” en el plan oficial. La idea es que las organizaciones participantes puedan controlar los avances del plan y plantear propuestas que no estén contempladas en el mismo.