A comienzo de semana los vecinos de la tranquila calle Ituzaingo amanecieron con cuadrillas de operario y ruidosas máquinas viales prontas a cubrir con una gruesa capa de asfalto el tradicional adoquinado de la arteria. A diferencia de lo acontecido hace poco tiempo en San Telmo donde se planeaba el retirado del adoquinado, en este caso la empresa Venzzato, fue contratada por el Gobierno de la Ciudad para cubrirlo. Cabe destacar que en esta zona el adoquinado se encuentra en óptimo estado, observándose escasos arreglos menores.

Los vecinos mostraron su perplejidad y desagrado en las notas enviadas al ministro de Ambiente y Espacio Público, ingeniero Juan Picardo, al ministro de Desarrollo Urbano, arquitecto Daniel Chaín y al director del CGP 4, Jorge Apreda. Se entiende que la medida es innecesaria e inconsulta de su entorno, sin justificación alguna, con el agravante de que esta zona de Barracas que se funde con San Telmo, está comprendida oficialmente dentro del casco Histórico de la Ciudad.

A esto se le suma que la ley Nº 65 del año 98 sentencia en su artículo Nº1: “Las vías circulatorias secundarias, adyacentes y/o circundantes a monumentos y lugares históricos cuyo solado se encuentre actualmente empedrado u adoquinado serán mantenidos con dichos materiales y las reparaciones que resulten necesarias se realizarán con los mismos materiales a los efectos de mantener la continuidad del paisaje urbano de las arterias”.

Calles como Ituzaingó, Uspallata o Jovellanos se encuentran dentro del Casco Histórico y son adyacentes al Area de Protección Histórica. Por lo cual su adoquinado no puede ser removido ni cubierto, por estar protegido por ley. Ley que el propio gobierno de la Ciudad desconoce.

Horacio Spalletti