Los más chicos van a pintar

Ochenta caballetes esperan ser usados por pequeños de 4 a 12 años en Vuelta de Rocha y en el Pasaje Lanin durante los fines de semana de febrero.

Los más chicos van a pintar

 

Los ochenta caballetes instalados en la Vuelta de Rocha, fueron ocupados rápidamente con pequeños de 4 a 15 años quienes comenzaron a elaborar sus manchas emulando al gran pintor boquense Quinquela Martín. Desde el último fin de semana de enero y durante los fines de semana del mes de febrero, los más pequeños tendrán la posiblidad de participar en el taller A pintar en la Ciudad, a cargo del artista plástico del barrio de  Barracas, Marino Santamaría.
La actividad ira rotando entre Vuelta de Rocha, en La Boca y el Pasaje Lanin, en Barracas, donde el reconocido artista plástico realizo una intervención  sobre las fachadas de las casas de los vecinos.
“Nosotros les brindamos los caballetes junto a los materiales, a la ves que tenemos un grupo de docente encargados de coordinar” señala Marino. Los pintorcitos reciben una consigna mínima, que apunta a la observación del paisaje circundante, aunque rápidamente una de las docentes aclara que “cuidamos y respetamos la libertad de expresión de cada uno, y eso se ve en los resultados finales”
Estos talleres ya se realizaron el año pasado con gran afluencia de pequeños, algo que seguramente se repetirá de acuerdo a lo presenciado este último fin de semana.

El taller ha despertado el interés por participar, y en jornadas anteriores hubo hasta 200 pintorcitos por jornada. "Creo que lo que les gusta es la situación de pintar con caballete, que aporta escenografía, y que es como jugar a ser grandes", dice Santa María, quien egresó de las escuelas de Arte Manuel Belgrano y Prilidiano Pueyrredón, y antes de A pintar la ciudad ya había brindado talleres infantiles."Vengo trabajando con chicos desde que me recibí", explica el artista.

Santa María se muestra sorprendido porque, a diferencia de lo que pasó en el 2009, este año se acercaron chicos un poco más grandes de lo habitual. "El taller está destinado a chicos de 4 a 12 años, pero vinieron algunos de 14 y hasta de 17, y los recibimos", relata. Para tranquilidad de los padres, Santa María cuenta que, como el trabajo es en la calle, a cada chico se le pone un sticker a fin de identificarlo, y como medida de seguridad.