El fallo del juez Gallardo responde  a la medida cautelar presentada  por los legisladores Eduardo Epzteyn y Aníbal Ibarra (del Bloque Diálogo por Buenos Aires) y Martín Hourest (Igualdad Social) por las irregularidades en las que se incurrió con la colocación de esta mega publicidad.

En la sentencia, el juez Gallardo remarca que la resolución que avaló la colocación del cartel infringe la ley 2936, de Publicidad en Vía Pública, sancionada por la actual gestión. Mientras que la normativa se específica  que los letreros de la ciudad no pueden superar el metro, el imponente cartel tenía más de veinte.  El magistrado consideró también que no hubo ningún análisis vial para determinar el impacto de la luminosidad y el tamaño sobre la seguridad vial.

Dos años después de que la gestión macrista realizara una limpieza masiva de carteles en las avenidas porteñas para reducir la contaminación vial, la colocación del megaletrero sorprendió a más de uno.

De acuerdo con el fallo judicial, el proceso de instalación de ese cartel estuvo viciado por irregularidades.  La instalación fue aprobada por la disposición 1970 de la Dirección General de Ordenamiento del Espacio Público dependiente del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, que conduce Diego Santilli, firmada por el arquitecto Juan Carlos Poli, director de esa área, el 28 de abril de este año.  En su dictamen, el juez Gallardo advirtió que la Comisión de Paisaje Urbano no llegó a expedirse nunca sobre este tema, con lo cual se habría vulnerado uno de los requisitos legales para la aprobación de una resolución.

Por estos motivos, el magistrado ordenó el “apagado y desconexión” del dispositivo y le pidió al gobierno porteño que se abstenga de otorgar nuevos permisos para instalar publicidades luminosas animadas.