Según informó el Servicio Penitenciario Federal, David Díaz Ríos y Leandro Nahuel Muñoz fueron los internos fallecidos producto del incendio que se desató en una de las habitaciones de la U20, donde se alojan los detenidos con trastornos de conducta, derivados al Hospital Borda por la Justicia.

Ambos estaban encerrados en la Sala de Tratamiento Individual, por prescripción del psiquiatra de turno, Emiliano Hayquel, integrante del dispositivo civil que gestiona en la Unidad el Programa Nacional del Interno con Enfermedad Mental Grave.

Durante el incendio, un oficial de bomberos resultó afectado por la inhalación de gases de la combustión pero se encuentra fuera de peligro. Asimismo,  dos integrantes del Servicio Penitenciario fueron  derivados al Hospital Penna con un principio de asfixia.

El subsecretario de Salud del Gobierno porteño, Néstor Pérez Baliño, informó que "aún no se determinó si fue un hecho accidental o provocado".

Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) responsabilizaron  al Estado por la “crisis estructural” de las instituciones de encierro del país, y por “las graves violaciones a los derechos humanos” que sufren sus  internos. 

“En el caso particular del Borda, la situación se encuentra agravada por la interrupción del suministro de gas desde hace más de cuarenta días, que repercute en los servicios de calefacción, alimentación e higiene de los pacientes”, denunció el CELS.

Las celdas donde estaban reclutados  los fallecidos suelen ser “espacios cerrados, sin ventilación” y “con paredes acolchadas que deberían contar con un tratamiento ignífugo adecuado”, cuestionaron.  En ese sentido, el CELS derivó la investigación administrativa y penal a la Fiscalía de Instrucción número 11.

Esta mañana cuatro legisladores de la Comisión de Salud se reunieron en el hospital convocados por su presidente y candidato a vicejefe de Gobierno por Proyecto Sur, Jorge Selser para analizar la grave situación que atraviesa el neuropsiquiátrico.

Selser había convocado a la reunión hace dos semanas "como consecuencia de la falta de gas desde hace 40 días, las condiciones de hacinamiento, falta de higiene y alimentación que padecen día a día los internos y que reviste como antecedente el fallecimiento de otro paciente en la sala de terapia a corto plazo, el pasado 20 de abril, por causas que aún no fueron investigadas".

La legisladora Gabriela Alegre, del Frente para la Victoria, denunció que "la instalación eléctrica que instalaron es deficiente. Los pacientes no pueden higienizarse ya que hay que esperar 20 minutos entre el baño de uno y otro paciente”.

Para Selser, el ministro de Salud del Gobierno porteño, Jorge Lemus, "no ha tomado ninguna medida para paliar la grave situación que se vive en el hospital así como tampoco se ha preocupado por la reducción de la seguridad que se ocupa del control de los internos y de los pabellones".