Mortalidad infantil

Mortalidad infantil

 Los datos no se vieron demasiado

en la superficie de los medios de
comunicación que encapsulan la
gestión de Mauricio Macri mostrando
solamente los hechos positivos
que ésta pueda generar. Pero a poco
de comenzado el mes de julio, la
información del cierre del servicio
de terapia intensiva pediátrica del
Hospital Durand llegó junto a un
informe comparativo de la evolución
de la mortalidad infantil en el período
2000-2011
A muchos trabajadores de la salud
de nuestra zona de seguro la noticia no
los conmovió por estar en forma permanente
con los más vulnerables. Muchos
otros vecinos, en cambio, no saldrán del
asombro con los crudos datos de las
estadísticas que ponen sobre papel cómo
una ciudad rica como Buenos Aires ve
crecer su mortalidad infantil
Así lo refl ejan los datos elaborados
por el área de Estadísticas y Censos
dependiente del gobierno de la Ciudad.
La falta de planifi cación política en
salud pública hacia los más pequeños
llevó a que en el 2011 las muertes de
bebés menores de un año aumentara
un 26 por ciento respecto a 2010. A la
vez que revela cómo nuestra comuna,
junto a la 8 y la 9, tiene, si se toma
en promedio los últimos tres años, la
mortalidad más alta de la Ciudad.
Como para continuar con las malas
noticias, el informe detalla que en la
mortalidad infantil se diferencian dos
momentos: las muertes neonatales –de
niños de hasta 4 semanas de vida- y
las posteonatales, que van del mes al
año. Los porcentuales establecen que
aumentaron en los dos grupos. Sin
embargo, el que aumentó notoriamente
es el de muertes de mayores de un
mes. La cifra conmueve: 39 por ciento
con respecto al año anterior y este es
un dato más que preocupante si se
toma en cuenta que son las muertes
más evitables si se aplicaran medidas
de prevención. A decir del legislador
porteño, Juan Cabandié, si el gobierno
de Macri “ejecutara los 320 millones
de pesos que le otorgó la Nación mediante
el plan Nacer, que se desarrolla
desde el 2007 en todo el país” otros
serían los resultados.
En marzo de 2011 se podían ver,
escuchar y leer declaraciones de Macri
en los medios de comunicación que le
hacen de coraza. Sonriente y orgulloso
repetía que la baja de mortalidad de
los más pequeños en 2010 se debía al
resultado de políticas de salud pública
que se habían implementado en la
Ciudad desde 2007. Algunos meses
después, los números vuelven a desmentir
su falso entusiasmo.