EDITORIAL

Lejos de las bases

Por Horacio Spalletti
Es cierto que para cada jugada política puede haber más de una interpretación pero las apuestas recientes de ¿referentes? que tienen que ver con nuestros barrios ponen en tela de juicio su apego a las bases políticas que les dieron sustento y visibilidad.
 
 “A mi hijo lo ayudó mucho en la época en que gobernaba Ibarra”, me dice una militante radical de la zona de Catalinas y con comercio propio por Caminito, “pero la verdad es que este arreglo con Macri no me gustó”. La destinataria del eterno agradecimiento y actual dejo de desazón, es la ex vecina del barrio de la Boca y ¿ex? dirigente radical Silvana Giúdici quien decidió cruzar el charco ideológico y apearse en las filas del PRO. La ex funcionaria radical pasó por el gobierno de Aníbal Ibarra, también por la administración de Jorge Telerman -en ambos casos con acuerdos partidarios- y ahora en la gestión de Mauricio Macri se desempeñará como Secretaria de Planificación Estratégica.

 

 

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Sin embargo, salvo en el Pro, la reprobación parece unánime ante un pase de filas que sorprende, entre otras cosas, porque en la última elección de 2011 fue candidata a Jefa de Gobierno por los radicales con un discurso claramente opositor que marcaban diferencias profundas con el actual Gobierno de la Ciudad. Sin el consentimiento del partido y con particular deslealtad hacia los vecinos de la ciudad que acompañaron hace muy poco tiempo su propuesta, la ex directora de nuestro CGP decidió cambiar el partido que la formó y los viejos votos de los que la apoyaron por las tibias mieles del actual poder.
 
Otro que no ahorró críticas al acuerdo fue el presidente de la UCR de la Comuna 4, Víctor Hugo Salazar, quien molesto por lo sucedido confirmó que en breve el radicalismo de la capital estudiará varios casos como el de Giúdici para ver si se les aplica alguna sanción partidaria a dirigentes que hoy han sido cooptados por el partido de Mauricio Macri. También remarcó que la UCR no puede hacer alianzas con el PRO sino con aquellas fuerzas que le son más afines, como el FAP y la CC con las que viene trazando acuerdos.
 
Giudici trató de aclarar por diferentes medios de comunicación que había conversado con algunos sectores del radicalismo, aunque nunca precisó con quiénes, y a más de un boina blanca debió haber dejado con la boca abierta al chucear “el radicalismo tiene que ser un factor de unidad y no un factor de división de la oposición”. Para sellar el primer pase del año la diputada nacional por el PRO, Gabriela Michetti, dando una muy fina interpretación de lo que entiende por política, describió a la reciente incorporación como muy valiosa por su integridad.