Finalizó la toma de la Sala Alberdi

Los cuatro jóvenes que mantenían la ocupación del sexto piso del Centro Cultural San Martín desde el 3 de enero pasado en reclamo por la reapertura de la Sala, abandonaron ayer las instalaciones de acuerdo con lo ordenado por la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires ante la acusación del gobierno porteño de usurpación.

 
Finalizó la toma de la Sala Alberdi

Los cuatro jóvenes que resistían la toma, tres chicos y una chica, abandonaron el espacio el lunes a la madrugada tras otra jornada en la que la Policía Metropolitana reprimió a los manifestantes que esperaban la salida de los artistas, luego de que la Cámara de Apelaciones porteña revocara un fallo de primera instancia y ordenara un desalojo, aunque los defensores aseguraron que todavía las partes no habían sido notificadas.

 
Antes de salir, los ocupantes de la Sala Alberdi del Centro Cultural San Martín, fueron identificados y se realizaron las pericias por parte del médico legista, de acuerdo a lo exigido por el fallo de la Sala I de la Cámara contravencional porteña. Estos procedimientos fueron realizados en el tercer piso del edificio en presencia de los abogados de las partes.
 
"La asamblea de la sala Alberdi decidió que ellos no tenían que ser los únicos criminalizados por el cargo de usurpación que les endilgó el gobierno de Mauricio Macri y que en todo caso fuéramos todos lo que teníamos que responder y por eso decidimos que bajaran", contó Sol, estudiante de la sala en una conferencia de prensa brindada ayer por la tarde.
 
La estudiante señaló que "después de haber soportado dos represiones en la que el gobierno de la ciudad disparó con balas de plomo, decidimos cuidar la integridad física de los compañeros que estuvieron encerrados durante tres meses por oponerse a la privatización de la cultura".
 
Huilén, estudiante de arte dramático, manifestó que "sabíamos que lo que estábamos haciendo tenía un costo, pero preferimos que nos criminalicen a todos ante la intransigencia y la represión que veíamos del otro lado. Ahora nuestra prioridad es la despenalización de nuestros cuatro compañeros".
 
Los estudiantes y docentes resolvieron fijar como prioridad la despenalización de sus cuatro compañeros y luego reunirse en comisiones para buscar espacios donde denunciar la criminalización y la represión a la que fueron sometidos y desarrollar un movimiento cultural "al alcance de todos". Los estudiantes negaron haber robado elementos de la sala Alberdi y destacaron que muchos de sus parlantes o generadores no les fueron devueltos y que aún siguen confiscados.  "Era probable que dijeran que faltaban cosas de la Sala y no nos extrañaría nada que ellos mismos hicieran faltar esos elementos para acusarnos a nosotros", advirtieron los jóvenes.