"El gobierno porteño quiere bajar la calidad de la educación restando horas a materias como historia, geografía o formación cívica y reemplazarlas por seminarios y talleres", señaló Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación.

 

Entre los principales reclamos que surgieron del encuentro, pidieron que no se eliminen materias de la currícula, que el ministro de Educación Esteban Bullrich dicte una prórroga para la elección de las orientaciones y se garantice la estabilidad para todos los docentes ante los posibles cambios curriculares.

 

Exigieron también que en el debate sobre la Nueva Escuela Secundaria, cuyos cambios se realizan en el marco del plan del Consejo Federal de Educación, “se aborde la nueva organización escolar, el régimen de cursada y de evaluación”.

 

López dijo que “estamos llamando a un plan de acción con clases públicas en las escuelas, festivales y campaña de difusión de la problemática, en defensa de la centralidad del conocimiento”.  “Seguiremos luchando por una escuela secundaria de calidad donde la centralidad del conocimiento vaya de la mano de la inclusión y donde todos los saberes tengan lugar”, reafirmó el sindicalista.

 

El plan anunciado por López continuará el sábado 6 de julio, con una jornada de debate con familias y estudiantes en las escuelas de la Ciudad.  El lunes 8 de julio se hará una clase pública y se firmará el documento “por una escuela estatal de calidad para todos y todas” en el Cabildo con representantes de las carreras de Historia, Filosofía y Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, y se servirá una “chocolateada”. 

 

Fuente: DyN