Siete colegios tomados en la ciudad

Con la adhesión del  Carlos Pellegrini y el Normal 11 de Parque Patricios,  ya son siete los establecimientos porteños tomados por los alumnos contra la reforma curricular que quiere implementar el gobierno porteño.
 

Siete colegios tomados en la ciudad

Las tomas comenzaron el lunes en la escuela Mariano Acosta y en el Normal  1, a las que se sumaron el Lenguas Vivas y el Rogelio Yrurtia.  Además,  los estudiantes de los colegios Carlos Pellegrini y Nacional Buenos Aires, que dependen  de la Universidad de Buenos Aires,  decidieron unirse a las medidas de fuerza en solidaridad con los alumnos de nivel medio que son alcanzados por las reformas.

También hubo "sentadas" en las escuelas de danzas Aída Mastrazzi, Jorge Donn, en el instituto Ramicone, en la de Teatro y en el colegio Mariano Moreno.

Matías, del centro de estudiantes del Normal 1, contó a Télam que "hay asambleas en numerosos colegios y esta tarde se puede sumar el colegio Mariano Moreno, mientras que mañana habrá otras diez escuelas con esta protesta".

"Buscamos una mayor participación y que no se eliminen la orientaciones que teníamos en la escuela. Esta mañana tuvimos una reunión con los docentes en la que les explicamos que la toma no es un fin sino un medio en el cual debe estar involucrada toda la sociedad porque luchamos por una mejor educación", destacó el estudiante.

Precisó además que en el Normal 1 "damos talleres para los chicos y los profesores dan trabajos prácticos pero no tenemos problemas en cursar hasta marzo porque esta es una lucha central para nosotros".         

Desde el año pasado, los alumnos intentan frenar la aplicación del denominado  programa Nueva Escuela Secundaria de Calidad (NESC) impulsado por el Ministerio de Educación porteño.  Basado en lineamentos del Consejo Federal de Educación, el nuevo plan afecta la diversidad educativa que caracteriza a la ciudad al reducir las 144 especialidades y  orientaciones a sólo 10.

Esto perjudica fundamentalmente a los colegios industriales y normales, que, además de perder horas de informática, historia, psicología y geografía, pierden incumbencias, es decir, se desvalorizan los títulos que habilitan a trabajar.

Matías Delgado, presidente del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta, relató: "Hace meses que reclamamos de distintas maneras nuestro rechazo a esta reforma educativa que pretende implementar el gobierno de Macri, ya que encontramos que representa una merma en el nivel académico de las escuelas".

El dirigente del Centro de Estudiantes explicó: "Hoy tenemos 144 orientaciones, lo que demuestra una riqueza académica muy fuerte. Pero según el Consejo Federal (de Educación), para poder homologar esos títulos tenemos que perder toda esa riqueza, reduciendo el número de orientaciones a 10".

Según agregó hasta el momento "está estipulado que 10 orientaciones sean el piso de esta reforma, pero el Consejo Federal se expidió diciendo que ese número sería el techo, lo que nos afecta directamente ya que esta es una escuela que forma docentes con orientación pedagógica, orientación que desaparecería".

A pesar del compromiso del ministro Esteban Bullrich de posponer la reforma y abrir el debate a la comunidad educativa, los sindicatos y los alumnos se quejaron porque las reuniones  fueron una mera formalidad.