Agua y obras en la Escuela 10: ausentes sin aviso

Desde hace dos años, y tal como reflejó en reiteradas oportunidades Sur Capitalino, el colegio de La Boca sufre distintos problemas de infraestructura. Tras varios días sin clases, padres y maestros salieron a la calle.

Por Martina Noailles.
Agua y obras en la Escuela 10: ausentes sin aviso

Un día sí; dos días, no. Por algunas horas, un par de gotas; y al rato, de nuevo nada. Durante la última semana de abril y la primera de mayo, el agua faltó sin aviso a la escuela 10 de La Boca. Y como consecuencia, los que tuvieron que ausentarse de las aulas fueron los 300 alumnos que asisten a la primaria pública de jornada completa de Lamadrid y Martín Rodríguez. El problema no es nuevo, pero se intensificó hasta el hartazgo de padres y maestros, quienes salieron a la calle para exigir una solución al Gobierno porteño. Primero, abrazaron el colegio. Después, cortaron la esquina. Al día siguiente y ante la misma situación, decidieron llevar su bandera en defensa de la escuela pública hasta el Puente Nicolás Avellaneda. También le acercaron un petitorio al jefe de Gabinete PRO y candidato a gobernar la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, que a la misma hora realizaba una reunión con vecinos en la sede de los Bomberos Voluntarios de La Boca, apenas a tres cuadras de la realidad.

 
“Instalación Eléctrica”, dice grande y desde lo alto, el cartel amarillo Macri. Abajo, detalla: Expediente 989404/2013. Plazo de obra: 150 días corridos. Monto del contrato: $ 1.260.373,41. Contratista: Coypro. Con pocos datos, el mamotreto que cuelga en la pared de la escuela 10 deja en evidencia el engaño, la inoperancia, el abandono. El colegio viene con problemas eléctricos desde hace varios años y por eso, en 2013 se licitaron las obras que anuncia el cartel. Hasta ahí, bien. Pero los 150 días corridos vencieron hace más de un año y todo sigue igual. O peor. Porque nadie sabe qué se hizo con el millón de pesos que se le pagó a esta empresa tercerizada para solucionar problemas que aún continúan.
 
El conflicto con el agua, explican los maestros, se debe al mal funcionamiento de un tablero eléctrico que impide que la bomba de agua trabaje como corresponde. Y esta falta de agua provoca muchísimos problemas para el funcionamiento de una escuela en la que durante ocho horas por día hay más de 500 personas dentro. El comedor (donde se cocina, se lava para desayuno, almuerzo y merienda) y los baños quedan prácticamente inutilizables por los riesgos para la salud.
 
Lamentablemente, la lista de problemas de infraestructura no se termina en la falta de agua: filtraciones, grietas y caídas en los techos, rotura de cañerías, ventanas sin vidrios, estufas que no funcionan, problemas en la instalación de gas. Y como solución, parches y más parches. “Queremos arreglos definitivos y reales”, pedía un padre frente a los medios de comunicación que se acercaron al corte. Es que las familias ven cómo las soluciones provisorias se repiten y cada dos o tres días el problema vuelve. Y con ellos, la imposibilidad de que sus hijos vayan a clases.
 
Los ojos de los padres y los maestros también miran hacia SES, la empresa de mantenimiento que trabajó para ésta y otras escuelas del sur porteño durante los últimos años. En una nota publicada por Sur Capitalino en octubre de 2013, ya se denunciaba: “Desde que cambió la empresa de mantenimiento empezamos a tener más problemas que antes. Donde teníamos humedad, rompieron todo, no encontraron la humedad y quedaron todas las paredes rotas”. La propia directora Isabel Espósito explicaba: “El problema con esta empresa es que empezó a tocar, y cual efecto dominó, se fueron generando más problemas”. La empresa SES S.A. tiene -o al menos tenía al momento de ganar la licitación en 2011- como principal accionista a Nicolás Caputo, el empresario constructor, amigo y asesor del jefe de Gobierno, Mauricio Macri.
 
"Los colegios privados tienen todo y esta escuela de La Boca no se arregla", se indigna otro papá que sostiene con fuerza un cartón que a mano pide que regrese el agua. Los maestros advierten: “Vamos a seguir reclamando para que quienes son responsables de que las escuelas sean espacios dignos en los que se enseña y aprende, cumplan con su labor y no nos dejen expuestos a situaciones de peligrosidad y descuido”.
“Y nadie da la cara, por eso tenemos que estar acá”, concluye otra mamá. A tres cuadras el segundo funcionario más poderoso de la Ciudad sonríe frente a un grupo de señoras que lo aplauden.