La Coordinadora de Bachilleratos en Lucha, que agrupa a los bachilleratos populares de la ciudad, reclamó hoy al gobierno porteño que reconozca a ocho escuelas, en donde los docentes por esta razón no cobren sus salarios y los estudiantes no tienen los títulos cuando se reciben como sí lo tienen otras escuelas y bachilleratos.

 Los bachilleratos populares, que surgieron como respuesta a la crisis del 2001 y que continúan su trabajo en villas y asentamientos humildes empleando a cientos de docentes, bregan desde hace años para que el gobierno de Mauricio Macri reconozca su actividad como establecimientos de enseñanza educativa.

La Coordinadora se concentró hoy en la esquina de Callao y Corrientes para reclamar el cumplimiento del acta acuerdo firmado en agosto, entre los bachilleratos y el Ministerio de educación porteño.

"Estamos movilizándonos para que el gobierno de la ciudad a través del ministro de Educación Esteban Bullrich y el subsecretario Maximiliano Gulmanelli, pueda atender esta demanda" dijo Pablo Spataro, secretario adjunto de la CTA Capital y profesor del Bachillerato Popular Salvador Herrera.

Las escuelas, que fueron creadas desde el 2001, son organizadas, creadas, sostenidas y administradas por organizaciones populares y funcionan en empresas recuperadas, en comedores y merenderos.

"Son las propias organizaciones que definen sus planes de estudios y sus propios programas desde una mirada de la clase trabajadora, por lo que jóvenes y adultos en tres años pueden egresar con un título secundario en muchos de los que estamos, y en otros todavía no, porque el gobierno de la ciudad no nos reconoce", puntualizó.

Durante el corte de calles una comisión fue a entrevistarse con funcionarios de educación porteño pero "nos atendieron en forma patotera diciéndonos que la agenda de Gulmanelli estaba muy ocupada y que tenía que atender a una ONG por lo que era complicado que nos atienda", dijo a Télam Fernando Santana, uno de los referentes de los bachilleratos.

Indicó además que luego, Gulmanelli nos atendió muy brevemente, diciéndonos que no era la forma en la que debíamos presentarnos 'en una gestión como la de él con cáracter de resolución', a lo que le respondimos que hace cuatro años que estamos reclamando, y se fue".

"Ante tal atención nos quedamos sentados adentro del ministerio y la respuesta fue el llamado de dos móviles de la Metropolitana para sacarnos del lugar. Esa fue toda la respuesta que recibimos por parte de las autoridades de la educación de la ciudad", enfatizó.