Procesan al policía que mató a Nehuén

 A un año y medio de la muerte de Nehuén Rodríguez, embestido por un patrullero de la Metropolitana en Barracas, el oficial que manejaba la camioneta fue procesado por homicidio culposo. El viernes 15 de julio, a un año y siete meses de su muerte, familia y amigos harán un homenaje en Carrillo y Brandsen.

Procesan al policía que mató a Nehuén

 A veces –aunque no muchas-, la lucha y la perseverancia, esa fuerza que quién sabe de dónde sacan las madres que perdieron a sus hijos en hechos violentos, logra algún resultado en la Justicia. Esta vez, le tocó a Roxana Cainzos, la mamá de Nehuén, quien con sólo 18 años murió el 15 de diciembre de 2014 después de que una 4x4 de la Policía Metropolitana lo atropellara en Brandsen y Carrillo, Barracas. Como suele ocurrir cuando las víctimas son pobres y los victimarios miembros de una fuerza de seguridad, el camino fue durísimo y lleno de obstáculos. El fallo de primera instancia había dicho que Daniel Germán Castagnasso, quien manejaba el móvil esa noche, no debía ir a juicio: falta de mérito dijo el juez Santiago Quian Zavalia, titular del Juzgado Criminal 4. 

 
Pero Roxana no bajó los brazos. Casi en simultáneo su abogado abandonó el caso. Todo parecía volver a cero. Pero esa rubia que sigue incansable contando su historia en busca de Justicia, se entrevistó con el Programa contra la Violencia Institucional de la Defensoría General de la Nación, y consiguió que el organismo la patrocinara como querellante. Además, la fiscalía apeló la falta de mérito y el caso llegó a la Cámara Nacional de Apelaciones.
 
Finalmente, tras escuchar a las partes en una audiencia, la Cámara decidió procesar por homicidio culposo a Castagnasso, a quien también le trabó un embargo de 500 mil pesos. Los jueces reconocieron que el policía fue imprudente y no cumplió con la debida diligencia cuando esa noche, según declaró, iba tras una alerta en su radio. Es decir, la Justicia dejó en claro que un policía puede ir a alta velocidad y hasta cruzar en rojo si va detrás de un delincuente, pero debe indefectiblemente tomar precauciones como hacer sonar su sirena y encender sus balizas, para evitar que las consecuencias sean peores que el daño que busca prevenir. 
 
Sin embargo, todos los testigos que aportó Roxana (a quienes encontró luego de largos meses de pegar carteles y tocar timbres por la zona) indicaron que el patrullero no iba con sus sirenas ni sus luces y que pasó el semáforo en rojo, presumiblemente a una importante velocidad ya que Nehuén voló 23 metros. 
 
Si bien no se trata de un típico caso de violencia institucional, la familia de Nehuén también acudió a la Procuraduría de Violencia Institucional, que intervino en la articulación con el fiscal Martín Retes, de la Fiscalía de Instrucción en lo Criminal N° 23. “No es gatillo fácil pero hay irregularidades, como que no quieren dar el GPS de la camioneta; ellos dicen que no tenía, pero todo el mundo sabe que esos vehículos (Ford Ranger) lo tienen”, se queja Roxana.
 
Después de mucho tiempo, el procesamiento le dio una alegría a Roxana y a su familia. “Estamos muy contentos. Veníamos sin encontrar Justicia y ahora lo procesaron. Querríamos que sea considerado homicidio doloso. Pero bueno… pronto deberá llegar el juicio oral y ahí se verá”, dice y una sonrisa se escapa de su cuerpo, ese que viene poniendo desde que perdió a Nehuén.