Cortar el hilo por lo más delgado

El ministro de Justicia, Germán Garavano, anunció esta semana que discutirán un proyecto para modificar el Régimen Penal Juvenil que incluye la baja de la edad de imputabilidad de 16 a 14 años. En un año electoral y luego de la reacción de los vecinos por el asesinato de Brian en Flores, el Gobierno elije tapar con mano dura la falta de políticas públicas estructurales en materia de seguridad.

Cortar el hilo por lo más delgado

Hace menos de un mes la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi)  presentó su informe anual donde denuncia que cada 25 horas un pibe es asesinado por las fuerzas de seguridad.  La estadística aumentó desde la asunción de Cambiemos, que ya lleva 259 asesinados.

La contundencia de estos números parece no tener eco en el Gobierno, que vuelve a poner su mirada en la juventud como chivo expiatorio del problema de la inseguridad, mientras continúa el feroz ajuste y se siguen recortando presupuestos en áreas vitales como educación, salud y vivienda.   

"Nos quieren imponer un falso debate legislativo, escondiendo detrás de la biblioteca los cadáveres de miles de pobres. No quieren que veamos que, mientras se mantenga el carácter clasista del sistema judicial y de todo el aparato estatal, los niños pobres seguirán muriendo en los reformatorios", denunciaron desde la Correpi.
 
Mientras el ministro Garavano sostuvo que  "la posición del Gobierno es que hay una situación en esa franja de 15 años que debe ser abordada por la ley, pero en base a consensos con Unicef y todo el arco político", desde la Coordinadora explicaron que con las actuales leyes, ningún pibe, culpable o inocente, es impune si es pobre. "Si tiene más de 16 años, va a juicio como cualquiera, sólo que lo juzga un tribunal que tiene un cartelito en la puerta que dice 'Menores' y, en lugar de ir a una cárcel, va a un instituto, como el Rocca, el San Martín o el Belgrano, donde el mismo cartelito es la única diferencia".
 
"Y si tiene 13, 14 o 15 años, es todavía peor. Es cierto que no se lo juzga ni se le aplica una pena, porque es 'inimputable', pero el juez tiene la potestad de decidir que debe ser internado en algún instituto, o, si tiene suerte, es adicto y hay cupo, en alguna comunidad terapéutica. En uno u otro caso, en algún momento va a salir, abusado, violado, embrutecido, mucho más adicto de lo que entró", agregaron en el Comunicado "El 'derecho' a ser condenados".
 
En su reclamo, la Correpi advirtió que los impulsores de la baja de la edad de imputabilidad "empaquetan con un velo políticamente correcto la sujeción de pibes de 14 años a un régimen penal similar al de los adultos, que ni siquiera excluye el arbitrario procedimiento sumarísimo y sin defensa de la flagrancia".
 
"Imputables o inimputables, hoy las cárceles de niños están llenas, y ninguno es el hijo de un empresario, un político o un funcionario. Esos, cuando cometen un delito, son tan impunes como sus padres", resaltó la Correpi.