Ni un pibe menos

Organizaciones de Derechos Humanos y familiares de jóvenes asesinados por las fuerzas de seguridad marcharon ayer desde el Congreso a Plaza de Mayo para denunciar  el aumento de los casos de gatillo fácil. Según relevamientos de la Correpi, hay un joven asesinado cada 23 horas.

 
Ni un pibe menos

Bajo la consigna “Basta de Gatillo Fácil”, “Ni una bala más”, “El Estado es responsable” se realizó la 4° Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil que convocó a una multitud de personas, organizaciones sociales, políticas y barriales a movilizarse contra el aumento de la violencia represiva del Estado. 

 
“No son casos aislados, sino que estas formas de represión son ejercidas de manera sistemática a lo largo y a lo ancho del país y dirigidas fundamentalmente a los jóvenes de los barrios más humildes, donde se suceden impunemente, además de asesinatos por parte de las policías, múltiples formas de represión contra los más vulnerables”, dice parte del comunicado de la marcha contra el Gatillo Fácil.
 
“Por eso denunciamos que no se trata de uno, dos o mil policías sino de toda la institución, así como de todas las otras fuerzas represivas: gendarmes, prefectos, penitenciarios y que el responsable es el Estado”, subrayaron.
 
Más de 70 oradores expusieron los casos de sus familiares víctimas del aparato represivo estatal. Entre los presentes estuvieron madres de la Masacre de Pergamino,  la madre de Juan Pablo Kukoc, asesinado por la espalda por el policía Luis Chocobar,  la madre del lonko Facundo Jones Huala y el padre de Darío Santillán.
 
Se exigió justicia para las víctimas,  el cese de las torturas y muertes en las cárceles, comisarias, institutos de menores y otros lugares de detención. Basta de desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y causas armadas.  Se repudió la implementación de la “doctrina Chocobar”, y la inclusión de las Fuerzas Armadas en la seguridad interna como ejemplos de la política represiva llevada adelante por el Gobierno de Macri, con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a la cabeza.
 
Según el relevamiento realizado por la organización anti represiva Correpi, desde 1983 hay más de 5500 casos de gatillo fácil, lo que equivale a un joven asesinado cada 23 horas.
 
La marcha también se realizó en Mar del Plata, Rosario, Salta, San Miguel de Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero, Mendoza y Misiones. 
 
Fuente: Resumen Latinoamericano