La represión como única respuesta

Bajo el lema “La calle no es un lugar para vivir”, distintas organizaciones sociales vinculadas a la CTEP se concentraron ayer en el Obelisco para realizar ollas populares e instalar una carpa para albergar a personas en situación de calle.  Como respuesta, la Policía de la Ciudad reprimió a los manifestantes con gases lacrimógenos y detuvo a dos personas en situación de calle que se habían acercado a pedir comida.

 
La represión como única respuesta

La actividad estaba organizada por Proyecto Siete, el MTE y el Movimiento Popular La Dignidad, todos integrantes de la CTEP, que convocaron a los vecinos y agrupaciones a acercar donaciones. Además estaba previsto el armado de una carpa para 80 personas y la realización de talleres, actividades culturales, y de asistencia para la tramitación de documentos y de pensiones.

Desde temprano la policía montó un desproporcionado operativo de seguridad con cordones de uniformados pertrechados con escudos antimotines.  Por la tarde, cuando comenzaron a llegar los colchones y la comida, la policía arremetió contra los manifestantes con gases lacrimógenos para impedir que los pudieran descargar.  El operativo de la policía impidió la instalación de la carpa refugio en el Obelisco bajo la amenaza de un desalojo total y violento.   

Vanesa Escobar, del MP La Dignidad, participante del censo popular, remarcó que el 50 por ciento de los sin techo son personas que quedaron en la calle durante la gestión de Mauricio Macri. “Vemos como nuevo fenómeno el de familias enteras sin vivienda, cuando antes el problema era sobre todo de hombres solos. Es consecuencia del aumento de los desalojos y de que las redes de la familia ampliada ya no tienen cómo contener el avance de la pobreza. También encontramos gente que, aún sin estar en la calle, busca comida en los contenedores”.
 
Los movimientos tienen un paquete de reclamos, entre los que está que les den la posibilidad y los recursos para abrir paradores. En el Movimiento de Trabajadores Excluidos, que agrupa las más numerosas cooperativas de cartoneros, empezaron a abrir su planta de separación de residuos  para que los sin techo puedan almorzar y tomar una merienda con los trabajadores. “Estamos pensando incluso en que puedan quedarse a dormir, aunque un depósito no sea un lugar habilitado para el alojamiento”, contó Sergio Sánchez. Responsable de los comedores del MTE, agregó que en el local de Constitución están dando de comer a 700 personas todos los días.
 
Fuente: Página 12