Bachi sin aulas

Por riesgo de derrumbe, el Bachillerato Popular Germán Abdala debió abandonar el edificio donde funcionan en La Boca. Ante la emergencia, la respuesta del Ministerio de Educación fue negarles la posibilidad de terminar el ciclo lectivo de este año en una escuela del barrio. Ahora dan clases en tres sedes solidarias. Por Lucrecia Raimondi
 

 

Bachi sin aulas

Los 120 docentes y estudiantes del bachillerato popular Germán Abdala enfrentan un grave desmembramiento de su escuela. En septiembre, un problema edilicio los obligó a desalojar sus aulas de Almirante Brown 1351, donde funcionan desde 2009. Ante esta situación de emergencia, el Ministerio de Educación les negó, sin argumentos, la posibilidad de terminar el ciclo lectivo en el turno vespertino de la Escuela Media 13 DE 4 República de Chile. Mientras esperan una respuesta de la Dirección del Área de Jóvenes y Adultos, a cargo de Jacqueline Cichero, las clases continúan repartidas entre el Comedor San Jorge, los Bomberos Voluntarios de La Boca y la Organización Social y Política Los Pibes.

 
El conflicto destapó la olla de un reclamo mucho más profundo que es el reconocimiento de los bachilleratos populares de manera integral. Están abandonados a su suerte porque el Ministerio de Educación habilita que otorguen títulos oficiales como escuelas públicas pero no garantiza las condiciones mínimas de infraestructura ni los salarios docentes.
No, porque no
 
La escuela República de Chile queda a ocho cuadras del edificio destruido del bachi. A la noche funciona una escuela primaria para adultos y tanto la dirección como la supervisión de la nocturna habían dado luz verde a que las y los alumnos del bachillerato terminen allí las clases. Incluso, para la conducción, era bienvenido el proyecto para articular que los estudiantes de la primaria pudieran continuar la secundaria en el Germán Abdala. Todas las condiciones estaban dadas, pero la solicitud formal de convivencia fue denegada “sin más explicación política que ‘para los bachis no’”, entiende la educadora Juana Feü.
 
Agotada la vía jerárquica, decidieron presentar una nota dirigida a la ministra de Educación porteña Soledad Acuña, con la intención de explicar la situación y que incite a la directora del área a que autorice al bachillerato popular a finalizar el ciclo lectivo en República de Chile y no en cualquier escuela de la Ciudad, porque la territorialidad en el barrio es fundamental para el proyecto pedagógico del Germán Abdala.
 
Ante la respuesta oficial, la comunidad educativa del Germán Abdala y el barrio se pusieron al hombro una solución provisoria. El Comedor San Jorge, que está a cargo de un estudiante del bachi y su familia, reciben a tercer año. Las clases de segundo año se dan en la radio FM Riachuelo de Los Pibes. Y los Bomberos Voluntarios abren su cuartel para que los dos cursos de primer año puedan seguir teniendo clases.
 
Por más buena voluntad y solidaridad que pongan para palear la urgencia, nadie puede garantizar hasta diciembre las aulas de emergencia. Además, para la dinámica del bachi es problemático funcionar desmembrados: adaptarse a nuevas reglas para respetar los espacios prestados, que los docentes que dan clases en distintos años corran entre los recreos, no contar con los materiales didácticos que están embalados o hay que trasladarlos.
 
El Abdala alquila hace 10 años la planta baja y el primer piso de Brown 1351. En junio del año que viene se vence el contrato y la dueña les ofreció vendérselo. Entonces, invitaron a arquitectos compañeros que encontraron problemas estructurales de cimientos y un peligro de derrumbe de 8 en la escala de riesgo que va de 1 a 10. Así fue que en una asamblea extraordinaria alumnos y docentes analizaron que la responsabilidad de quedarse era demasiado grande por lo que debían encontrar provisoriamente un lugar más seguro, hasta establecer a dónde irán el año que viene. Toda la comunidad está vendiendo rifas para juntar fondos para un nuevo alquiler en 2020. El bachi quiere volver a tener un lugar de pertenencia y aprendizaje.