Manos solidarias

En plena cuarentena, una cooperativa de La Boca produce los envases plásticos para el alcohol en gel. Luego de luchar por sus puestos laborales, los trabajadores de la empresa recuperada Plásticos Salvadores suman compromiso y clientes.

Por Mateo Lazcano

Manos solidarias

En medio del aislamiento social obligatorio, una cooperativa de La Boca decidió producir envases para alcohol en gel, tan necesario para la prevención del contagio del coronavirus. Se trata de la ex Oropel, ahora “Plásticos Salvadores” luego de ser recuperada por sus trabajadores en 2019. Una vez dispuesto el aislamiento social obligatorio por parte del gobierno, mientras las fábricas no esenciales cerraron sus puertas, los miembros de esta cooperativa sintieron que era una buena oportunidad para dar una mano ante esta crisis sanitaria.

Pidieron un permiso especial, que les fue concedido, y reconvirtieron su producción, hasta el momento orientada a pomos de cosméticos, fármacos y derivados del plástico conocido como PET, hacia los envases del alcohol en gel. Así, mientras la inmensa mayoría de la población se confinaba en sus viviendas, los trabajadores de “Plásticos Salvadores” decidieron seguir yendo a la fábrica, y redoblaron sus esfuerzos ante el repentino aumento de la demanda.

“Nos empezaron a llamar”, dice Gustavo Urueña, uno de los 56 integrantes de la cooperativa situada en Salvadores 1140. Rápidamente, comenzaron a vender los envases a dos reconocidos laboratorios (Formulab y Genomma). Con la pandemia en ascenso, la demanda fue incesante. A tal punto, que se quedaron sin materia prima a los pocos días por las complejidades que trajo para la logística la cuarentena total.

“Apenas llega, se agota. Tratamos de cumplirle a todos, para que haya la mayor cantidad de alcohol en gel posible”, cuenta Gustavo. Para la cooperativa esta situación puede marcar un antes y un después en su jovencísima historia.

“Esto sirve mucho para crecer. Los clientes, por suerte, nos dicen que están muy satisfechos”, señala. “La empresa Oropel era líder en el mercado pero con la quiebra perdió bastantes clientes. Nosotros, con mucho esfuerzo, pudimos volver a contactar a muchos de ellos, y con esto también otros pueden conocer nuestro trabajo”, agrega Gustavo.

El trabajador reconoce que exponen sus cuerpos a la posibilidad de contraer el coronavirus, pero asegura que están “orgullosos” de la tarea que cumplen. “Nuestras familias nos dicen que nos cuidemos, a uno a veces lo invade el miedo o la duda. Pero por otro lado es lindo contribuir con un elemento tan importante para la higiene personal”, sostiene Urueña.

Para los cooperativistas, el camino hasta llegar a esta realidad no fue sencillo. Debieron soportar varios meses sin cobrar sueldos adeudados, realizando eventos para recaudar dinero. Y recién en junio del año pasado obtuvieron el permiso para conformar “Plásticos Salvadores”. Con la asesoría de contadores y abogados lograron sobrellevar las dificultades del último año macrista para las empresas recuperadas y comenzar a despegar.

En mayo deberán presentar su primer balance, junto a otros requisitos necesarios para obtener el aval que les permita seguir funcionando como cooperativa. “Lo esperamos con ansias, es la fuente de trabajo para todos nosotros”, afirma Gustavo. “Crisis es oportunidad”, dice un proverbio chino, muchas veces injusto, incompleto y mal citado. Pero para esta humilde cooperativa boquense, va camino a hacerse realidad en plena pandemia.