Marcha por asesinato de Camila en Lugano

El viernes en Villa Lugano, policías de la Federal dispararon sus armas contra un grupo de jóvenes con quienes se habían enfurecido porque éstos se negaban a comprarles droga, matando a Camila Arjona una niña de 14 años embarazada. Esta tarde los vecinos marcharán a la comisaría 52 en reclamo de Justicia.
Marcha por asesinato de Camila en Lugano

La justicia investiga si los tres policías detenidos por matar a balazos a una chica embarazada de 14 años, en Villa Lugano, cometieron el crimen cuando dispararon sus armas contra un grupo de jóvenes con quienes se habían enfurecido porque éstos se negaban a comprarles droga.

Tres testigos aseguraron que al momento de efectuar los disparos, que luego causaron la muerte de Camila Stefanía Arjona, los policías estaban borrachos.

Contaron que el crimen de la chica embarazada ocurrió cuando "los acusados dispararon sus armas contra un grupo que se había negado a realizarles un 'mandado' que consistía en comprarles droga para que éstos consumieran".

El abogado José Vera, representante de la familia de Camila, dijo “en la escena del crimen se secuestraron ocho envases de cerveza de litro, y que todo indica que fueron consumidas por los policías detenidos”.

"Hay tres testigos, cuyas identidades vamos a preservar, que aseguran haber visto cómo los policías dispararon sus armas y mataron a Camila, cuando en realidad pretendían balear a un grupo de chicos que se había negado a comprarles drogas para que estos consumieran", agregó.

El letrado, que fue el representante de la familia de Ezequiel Demonty, asesinado por policías federales que lo obligaron a arrojarse a las aguas del Riachuelo en 2002, dijo que pidió protección para las familias de los testigos que declararon contra los policías.

Vera solicitó que se aparte a la Policía Federal de todos los peritajes de la causa y que se faculte a otra fuerza imparcial para intervenir en diligencias que pueden ser clave para probar quiénes fueron los responsables de la muerte de Camila.

Además el abogado pidió que los policías de la seccional 52a detenidos por el crimen de Camila no tengan privilegios y sean alojados en una cárcel común, y no como están hasta hoy, presos en la Alcaidía de Investigaciones.

Según contaron los testigos presentados por Vera, de los policías detenidos e implicados en el crimen de Camila, “uno solo, de apellido Bustos, estaba de servicio al momento del homicidio y los otros dos, Cisneros y Almirón, de franco”. Ssin embargo, los tres estaban con ropas civiles y al parecer daban una “protección irregular” al dueño de un mercado de la zona.

El caso tomó estado público el viernes cuando fue denunciado por la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, que asesoró a la familia de la víctima.

Desde ese organismo calificaron el crimen de Camila como “un nuevo y brutal hecho de violencia institucional, que se suma a la larga y triste lista de casos conocidos como de 'gatillo fácil' policial, inadmisible en democracia”.

Norma Díaz, de 39 años, madre de Camila, contó que su hija fue asesinada el viernes a la madrugada en la Villa 20 del barrio de Lugano, al recibir “varios disparos de policías” en un hecho que calificó como de "gatillo fácil".

Según la denuncia que investiga la justicia, al momento de ser asesinada, Camila había ido a ver a su novio, que vive a unas ocho cuadras de su casa. En una vivienda lindera a la de la pareja de Camila había un grupo de policías vestidos de civil que estaban de custodia en una casilla y discutían con unos jóvenes.

De acuerdo con la denuncia de la mamá de Camila, en un momento de la discusión, que su hija y el novio presenciaban de cerca, los muchachos salieron corriendo y los policías atrás.

“Al ver que los pibes corrían, el novio de mi hija comenzó a correr para el lado de su casa pero ella no corrió”, dijo la mujer y agregó: “Después los policías dispararon y mi hija recibió varios tiros por la espalda y cuando estaba tirada en el suelo uno se acercó y le pateó la cabeza”.

Por el caso, dos cabos y un agente de la comisaría 52a están detenidos a disposición del Juzgado Criminal de Instrucción número 36 de esta capital, a cargo de Jorge López, y ya fueron indagados.