Todo comenzó en el año 2002, cuando llegaron al Ente Regulador de la Ciudad denuncias por el aumento del abono estudiantil secundario de $15 a $18.

Ante la presión del organismo oficial, la empresa volvió a vender el abono al valor inicial, pero disminuyó la cantidad de viajes incluidos.

En agosto de ese mismo año se informó a la empresa, que de acuerdo a lo estipulado por la Resolución 2/89 del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, debía aumentar de 40 a 48 los pases del abono.

Ante las reiteradas negativas de la empresa, el ente decidió finalmente aplicar el castigo económico.

Para el Ente de la Ciudad el beneficio del boleto estudiantil es un tema central no sólo en el caso del subte. Para los colectivos, el organismo de control está trabajando a fin de agilizar la obtención del abono.