“Vecinos sin gorra”: la comunidad al servicio de la comunidad

 El asesinato del pequeño Kevin Molina, ocurrido el pasado 7 de septiembre, fue un punto de inflexión para que los vecinos del barrio Zavaleta decidieron poner en marcha un modelo de “Control Popular sobre las Fuerzas de Seguridad”, un método de participación popular para terminar con el hostigamiento de los efectivos de Prefectura y Gendarmería en los barrios humildes.


“Vecinos sin gorra”: la comunidad al servicio de la comunidad

Desde el domingo, una comisión de vecinos elegidos por otros vecinos y organizados en turnos rotativos controlará el accionar de los uniformados, con el fin de poder señalar sus irregularidades sistemáticas, en comunicación directa con el CELS, la fiscalía, la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin) y una red de periodistas comprometidos con la causa.

 
“A partir de las tremendas evidencias que se desprenden del caso Kevin, en relación a la connivencia de quienes deberían cuidarnos con los que administran los delitos desde afuera de nuestros barrios, elegimos no quedarnos en los meros reclamos, ni en las investigaciones del episodio aislado, sino vomitar una estrategia comunitaria que nos permita mantenernos a salvo de estos fantasmas con gorra y escopeta, que hasta el día de hoy se pasean por nuestros pasillos con la impunidad que les otorga el poder”, explicaron los vecinos de la asemblea La Poderosa.
 
Los “vecinos sin gorra” serán los encargados de registrar a los efectivos que intenten amedrentar a los habitantes del barrio sin identificación, bajo la amenaza de iniciar causas armadas o violar las viviendas sin órdenes de allanamiento, como así también, denunciar los abusos de autoridad que resultan recurrentes sobre los jóvenes desprotegidos.
 
La asamblea La Poderosa cuenta con el apoyo de las escuelas de la comuna, el CELS, la Procuvin, numerosas organizaciones sociales y diversos organismos de Derechos Humanos.