Esquivando charcos

En 2009 AySA construyó la Estación de Bombeo Cloacal Iriarte para mejorar el flujo de aguas servidas, pero dañó varias casas linderas. Los perjudicados iniciaron diferentes juicios contra la empresa y, a cinco años de concluidas las obras, la estación aún no está en funcionamiento. Por Juan Manuel Castro

 

Esquivando charcos

A fines de 2009 AySA (Aguas y Saneamientos S.A.) empezó la obra Estación de Bombeo Cloacal Iriarte para “neutralizar los desbordes de líquidos cloacales” en la zona de Iriarte y Santa María Del Buen Aire. También era para mejorar el “desagüe de las viviendas de la cuenca”. El trabajo se desarrolló en suelos endebles de Barracas. Por eso, la obra demandó la depresión de la napa de agua. En consecuencia, se dañaron 15 casas linderas.

Los vecinos afectados protestaron ante AySA, que asumió su responsabilidad, evaluó los daños provocados y ofreció compensaciones. Sin embargo, cinco de los veinte vecinos afectados no aceptaron los acuerdos. Entre ellos, el matrimonio de Silvina Rozados (se recibió de abogada para estudiar el caso) y Gustavo Ribera, quienes con apoyo de la Defensoría del Pueblo porteña iniciaron un proceso judicial. También pidieron una indemnización de 1.346.150 pesos y 144.000 dólares, según la empresa. "El arreglo extrajudicial de mayor valor al que se arribó con los vecinos de Barracas no supera el 5% de lo reclamado”, agregó la firma.
 
La sentencia de la causa Nº39485/10 "Defensoría del Pueblo y otros con AySA sobre amparo”, difundida por el matrimonio, fue firmada el 28 de mayo de este año por la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario (jueces Esteban Centanaro y Mabel Daniele). Allí se pide que la empresa respete la Ley 123 (Procedimiento Técnico-Administrativo de Evaluación de Impacto Ambiental). Solicitaban además que el Gobierno porteño libere el acceso de la calle Santa María del Buen Aire entre el 600 y el 800.
 
“Se rechazaron todas las peticiones de la empresa, y, en el marco de la acción de amparo, dejó claras y firmes cada una de las ilegalidades en las que incurrió”, dio como balance Silvina Rozados al diario Clarín. En tanto, la empresa refutó sus dichos: "No es cierto que haya obtenido un fallo favorable de la justicia. La medida judicial a la que hace alusión se refiere a una causa relacionada que es llevada adelante por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, pero no al juicio que la tiene como actora y que aún no ha ingresado en la etapa probatoria".
 
AySA, de todos modos, tanto en el texto judicial como en un comunicado, reconoce que la obra está lista desde octubre de 2010: “Resta su puesta en funcionamiento, previa instalación eléctrica”. La Estación de Bombeo Cloacal Iriarte se encuentra “finalizada y en condiciones de sumarse al servicio público, a la espera de que la Justicia en lo Contencioso y Administrativo de la Ciudad habilite la obra para lo cual se realizó una presentación ante la Agencia de Protección Ambiental (APRA, dependiente del Ministerio de Ambiente porteño)". Desde la sentencia hasta el cierre de esta edición, en el Boletín Oficial porteño no apareció ninguna resolución de APRA al respecto.
 
En tanto, los problemas de aguas prevalecen en varios puntos del barrio. AySA dijo en la causa que hasta que no se implemente el Bombeo Cloacal Iriarte habrá problemas en la calle Río Cuarto 2200-2800. La firma también había anunciado, en mayo de 2014, cinco empalmes para las conexiones internas de agua en la Villa 21-24, según la Junta Vecinal. La firma limpió sumideros y en la estación de Vieytes al 1000 realizaba un túnel de treinta metros de profundidad para evitar que las aguas desborden en las viviendas linderas, según expresó su capataz general Héctor Toscano. “El trabajo durará cinco años”, adelantó.