Persecución vía jubilación

El Ministerio de Educación de la ciudad intimó a jubilarse a Susana Reyes, la directora del Isauro Arancibia que viene luchando por la continuidad y formalización del centro educativo que aloja a 300 jóvenes que viven en la calle. 

 
Persecución vía jubilación

El gobierno de la Ciudad quiere pasarle la topadora al Isauro Arancibia, el instituto educativo de Paseo Colón 1381, en el bajo. No es metáfora.  Cuando hizo los planos del Metrobús se olvidó que en la traza estaban desde el edificio Carpinetti hasta el Arancibia, que había sido recientemente remodelado. Pasando por centros de jubilados (del MIJD), campos de exterminio de la dictadura (El Atlético) y otras edificaciones. Pero el Isauro dio la pelea y el juez Gallardo ordenó que respeten el edificio, restaurado un año antes por los mismos que querían demolerlo. Isauro 1 Rodríguez Larreta 0. Pero ahora volvieron a arremeter con el mismo modus operandi que usaron en el Normal 2 Mariano Acosta: jubilando a la directora, Susana Reyes.

En el Isauro estudian unos 300 chicos “en situación de calle”, una fórmula técnica para decir que viven en el más enorme desamparo. Y trabajan unos 50 profesores y talleristas, en general ad honorem.  Reyes comenzó en los años 90, dando 2 horas de clases a los nenes que vivían en la estación Constitución. Por algo todos la defienden sin cortapisas: “El Isauro es su casa y todos nosotros somos sus hijos”, explicó Ezequiel, un estudiante de tercer año, a Página 12.

Dos semanas antes de las vacaciones de invierno, Reyes –de 60 años-  fue informada telefónicamente por el Ministerio de Educación porteño de que la quieren fuera del Isauro. “Me notificaron de una intimación para jubilarme. Tenía diez días hábiles para completar los formularios. Y en menos de 180 tengo que dejar de trabajar”, relató al matutino, y agregó: “Si quieren echarme, no tengo problemas, yo me voy. Pero primero que me aseguren que el Isauro se convierta en una escuela legal”.
 
“Resistimos con vos”, “Nunca más sola”, “Somos Susana Reyes, somos y nos hacemos cadena, nos ponemos su nombre y nos hacemos bandera”, rezan las banderas y los carteles colgados en la escuela.
 
“Es una clara persecución política. En Educación es muy difícil que a alguien la obliguen a jubilarse, sin darle incluso la posibilidad de prórroga”, explicó Evangelina, profesora del primer ciclo secundario. Alejandro, un joven que todos los días llega desde Quilmes, junto a su hijo de dos años, para asistir tanto a clases como al taller de bicicletería, le dijo a Página 12:   “Ella es el corazón del Isauro, el único lugar donde me preguntan cómo estoy en vez de cruzarse de cuadra. Lo mínimo que podía hacer es pegar carteles para defenderla”.
 
El Instituto Isauro Arancibia fue inaugurado hace 17 años: hoy funcionan allí desde una guardería infantil para que los jóvenes padres y madres dejen a sus hijos mientras estudian hasta  un curso de nivelación para menores de hasta 14 años, una primaria y secundaria para adultos y más de 15 talleres de formación profesional y artística. Pero el gobierno no los reconoce como escuela estatal. “En 2007 presentamos el proyecto de una primaria de jornada extendida con el acuerdo del Ministerio de Educación de la CABA, con la promesa de que pasados los cinco años, se firmaría la propuesta educativa. Ya pasamos diez y seguimos esperando”, explicó Reyes.
 
“Lo que realmente molesta del Isauro al Ministerio de (Soledad) Acuña es que acá hacemos visible lo que pretenden tapar. Todos los chicos que vienen acá son chicos que estuvieron en la calle, que fueron expulsados del sistema. Pero en vez de ocultarlos, de no darle identidad, en la escuela consiguen un proyecto de vida. Ellos mismos se piensan de otra manera”, sostuvo Reyes.
 
Fuente: Diario Z y Página 12