Desalojaron el Marconetti

El martes se fueron las últimas dos familias de las cinco que resistían el desalojo del emblemático edificio ubicado en Paseo Colón y Brasil, que será demolido para la construcción del segundo tramo del Metrobus del Bajo.

 
Desalojaron el Marconetti

El viernes ya lo habían hecho las otras tres familias que ocupaban el Marconetti desde hace más de 20 años.  Finalmente acordaron con el Gobierno de la Ciudad, propietario del inmueble, y abandonaron los departamentos  trece días antes de comenzar a ser juzgados por usurpación. Ahora, la siguiente etapa es la demolición. 

"Con la mudanza se cierra una etapa de más de 20 años para sus habitantes, y judicialmente hablando, de más de nueve", resumió a Clarín Sebastián Alanis, abogado que en el último tramo del litigio representó a los cinco moradores. 

"Abrimos una mesa de negociación con la Jefatura de Gabinete, la Dirección de Bienes y el área de Transporte, para que estas familias pudieran acceder a un crédito con las mismas condiciones que los habitantes que acordaron desde el principio. Fue un proceso duro porque el Gobierno había eliminado esta opción, y se dejó correr la versión de que mis representados habían pedido medio millón de dólares para irse, algo que jamás ocurrió", aclara Alanis. 
 
Según el abogado, gracias a esas conversaciones se volvieron a habilitar los créditos del IVC a tasa cero para estos últimos ocupantes. "Que no son ningún regalo, sino un préstamo hipotecario que pagarán mes a mes con cuotas de entre $ 3500 y $ 4000", dice Alanis. Durante el tiempo que transcurra entre la salida del Marconetti y el acceso a una nueva vivienda, las cinco familias (parejas mayores, una persona de 74 años y un matrimonio con una nena de 5) alquilarán un hogar provisorio que abonarán de su bolsillo. 
 
El juicio abreviado al que iban a ser sometidos tenía fecha para el 2 de mayo. Todo el proceso se llevó a cabo en la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas Nº 35, a cargo de Celsa Ramírez. Sin embargo, desde el organismo aclaran que "las negociaciones de los créditos las hicieron los ocupantes, con sus abogados y con el IVC. La Fiscalía no participó de esa negociación". También se presentaron varias medidas cautelares para resistir el desalojo, pero todas fueron rechazadas por Martín Converset, uno de los jueces que intervino en el conflicto. 
 
"El acuerdo con la Fiscalía consiste en que, si los ocupantes desalojan el edificio y desisten de todas las demandas legales, entonces se desiste de llevar el juicio oral por usurpación", detallan en el organismo. 
 
El edificio fue construido por la familia de la que tomó su apellido, que fuera propietaria de una fábrica de pastas ubicada justo detrás. Su utilidad primaria fue la de vivienda para los empleados del negocio, por lo que nunca se dividió en unidades. Cuenta con 22 departamentos sobre Paseo Colón 1598, y ya pasó por un proceso judicial en 1946, cuando se proyectó por primera vez el ensanche de la avenida. En ese entonces, los Marconetti le hicieron un juicio de expropiación inversa a la entonces Municipalidad de Buenos Aires y se lo ganaron. 
 
El inmueble pasó a manos del Estado recién en 1986, cuando fue adquirido por la Comuna, y cuando ya varios empleados municipales habían ocupado los departamentos, ante la certeza de que no sería demolido. En 2014, el Gobierno porteño vuelve a dar vida a la idea del ensanche con la construcción del Metrobus del Bajo. Ante esto, los habitantes del Marconetti cambiaron las cerraduras de la entrada e impidieron el acceso de personal municipal. 
 
Esta rebelión derivó en una denuncia por usurpación, radicada por la Dirección General de Bienes de la Ciudad. El caso recayó en la Fiscalía N° 35, desde donde se habilitó la negociación. Pero si bien la mayoría acordó la retirada y obtuvo los créditos del IVC, cinco familias habían decidido permanecer en la propiedad. Alegaban que vivían ahí desde los años 70 y que pagaban alquiler, hasta que los Marconetti dejaron de cobrarlo. Desde entonces, y como pasaron más de 20 años, iniciaron el proceso de usucapión o adquisición del inmueble por prescripción ante un Juzgado Civil. 
 
Pero, el inmueble de la disputa fue declarado "de dominio público de la Ciudad" por la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Justicia porteña, en enero de 2017, con lo cual, sus habitantes carecen de todo derecho sobre él. "Hay un interés público que es la obra del Metrobus, y un interés privado que es la vivienda de las personas. Ahora ambos van a estar contenidos", concluye Alanis. 
Como sucedió con cada departamento desocupado, en estos últimos también se van a tapiar las puertas de acceso para evitar posibles intrusiones. Con el Marconetti vacío, se abrirá la licitación para demolerlo.