En el Normal 5 la memoria resiste al olvido. En sus aulas, las mismas donde hace 45 años estudiaron adolescentes que la dictadura desapareció, hoy hay jóvenes y docentes que reconstruyen sus historias para que no sean sólo nombres en una baldosa. De eso se trata “Narrativas de la Memoria”, un proyecto que propone “investigar ese pasado reciente para formar un presente memorioso que permita a nuestros estudiantes (actuales y próximos) construir un futuro sobre pilares de vida democrática”, sostienen las profes Laura Stroppolo y María Gabriela Fontanetto, pilares de la iniciativa.

 

Los chicos y chicas que participan del proyecto extracurricular lo tienen claro: “está bueno tratar de generar conciencia en las demás generaciones porque hay que saber la historia para que no se repita nunca más”, se apura a definir Nacho, con sus 17 años, sentado en el patio del bar La Flor de Barracas, donde acaban de presentar su trabajo en el marco de La Noche de Arolas. También de 4to año, Florencia suma su mirada: “Participo para saber los derechos que no tienen que ser vulnerados nunca, para luchar por estos derechos, en las calles”. 

 

Narrativas es el germen de un proyecto anterior llamado “Preservar la Memoria” que comenzó en 2006, justo en el aniversario número 30 del golpe de Estado. Por entonces, los alumnos y alumnas conocieron las historias de vida y militancia de Laura Feldman, Ana Franconetti, Mabel Vázquez, Catalina Schiuma e Irene Weschler, quienes habían estudiado en el Liceo 3 o en el Normal 5 -cuando era solo de “señoritas”-, y fueron desaparecidas entre 1977 y 1978. Como homenaje, sus nombres son parte de una baldosa colocada hace una década en la vereda del colegio.  

 

En esa continuidad, Narrativas de la Memoria busca dejar huella escrita -profundizando la investigación y sistematizando los datos que transitaron los diez años del proyecto Preservar- y suma el uso de herramientas tecnológicas propias de esta nueva generación de alumnos. 

 

Concretamente, el proyecto utiliza las técnicas de realidad aumentada y de geolocalización para agregar información sobre un escenario real, en este caso las baldosas por la memoria. Con solo bajarse una aplicación (app) en el celular y enfocar la baldosa con la cámara, cualquiera puede conocer más de la historia, generando una relación espacial entre la información virtual y el entorno real.     

 

Además, los chicos de cuarto año del Arcamendia continuaron la investigación en torno a jóvenes desaparecidos de otra escuela, la técnica Otto Krause. Así conocieron más sobre, por ejemplo, Eduardo Garuti (Angelito), novio de "Penny" Feldman, ambos militantes de la UES, rama estudiantil del peronismo revolucionario.  

 

“Angelito era muy chico, casi como nosotros, tenía 20 años. Te causa mucha impotencia y dolor leer lo que le pasó”, reflexiona Matías. Nacho encuentra otra similitud entre la generación de Angelito y la suya: “la militancia”. A Alisha le causa “escalofríos” pensar lo que tuvieron que sufrir aquellos que fueron secuestrados, torturados: “Fue hace relativamente poco tiempo y eran personas como nosotros. Como que no nos imaginamos que eso se pueda repetir”. Nacho, la interrumpe: “Si se hubiera aprobado el 2x1 existía la posibilidad de que se pueda volver a dar y nos podía pasar a cualquiera de nosotros”.