Watts, el alquimista

Jorge Watts fue secuestrado por un grupo de tareas el 22 de julio de 1978 al salir de su trabajo en la fábrica Bagley de Barracas. Estuvo desaparecido algunos meses, pero sobrevivió. Murió en 2021 por covid. A través de una pequeña anécdota, Lucas Yáñez recupera su historia como homenaje a los y las 30 mil.

Watts, el alquimista

Ya nos hemos referido a las efemérides en este espacio, así que corresponde que nos disculpemos con las y los lectores atentos. Diremos que ellas tienen algo positivo, en eso de aparecer señaladas en calendarios y agendas, pero también tienen la dificultad de quedar estancadas en un punto fijo del almanaque y que, entonces, nuestros ejercicios de memoria estén circunscriptos a determinado momento del año. Y eso se puede ejemplificar con circunscribir la Memoria al mes de marzo.

Barracas Memoria Encendida se presenta como un espacio “surgido este 2024 al calor de la Asamblea de Barracas” pero que busca articular trabajos, aportes y militancia de “numerosxs compañerxs e instituciones que trabajamos por la reconstrucción de la Memoria histórica, popular, de lucha, de nuestro barrio”.  Es un desafío por gambetear la rigidez de la cuadricula del calendario y veremos cómo sale, pero mientras tanto, ya está lanzada una primera actividad para el miércoles 20 de marzo que busca recordar a las y los compañeros detenidos desaparecidos de Barracas y a las y los 30.000. Ese día a las 18 dará sus primeros pasos una marcha de antorchas desde las escuelas Joaquín V. González e Hipólito Yrigoyen –en la esquina de Benito Quinquela Martín y Montes de Oca-, hasta las escuelas Normal N° 5 y Liceo N° 3, de Suárez y Arcamendia.

La ardua pero necesaria tarea de repasar los listados de personas detenidas desaparecidas del barrio de Barracas nos dio, al comienzo del trabajo, 101 ó 102 nombres. Desde ese momento a la fecha, esos listados fueron ampliándose hasta llegar a los 110. Para esa tarea resultaron de gran ayuda testimonios, entrevistas y aportes de vecinos, vecinas, compañeros y compañeras de trabajo, de militancia.

Para quienes disfrutamos de la investigación y del análisis de fuentes, documentos y bibliografía, la reciente pandemia de covid-19 y sus protocolos de distanciamiento social nos obligaron a recurrir a archivos digitales, pero también a realizar entrevistas a través de plataformas de comunicación remota. Así conocí a Jorge Federico Watts.

Antes de trabajar en Bagley, Watts había sido trabajador del ex Ministerio de Bienestar Social y llegó a ser secretario nacional de su rama en ATE.

Barracas es un territorio que supo estar surcado por fábricas, talleres, galpones.  Buena parte de la industria nacional tuvo su origen en este barrio o encontró aquí un lugar para radicarse. Y con esas empresas y emprendimientos, Barracas se pobló de obreros, obreras, trabajadores que, cuando consideraron que sus condiciones de trabajo podían mejorar, se organizaron en sociedades de resistencia y sindicatos. Lucharon por ocho horas de trabajo, por mejoras salariales y hasta por la organización de los modos de producción y en contra de las prácticas empresariales de las industrias cuando entendían que estas afectaban no sólo a su sector, sino a la clase trabajadora en su conjunto.

La fábrica Bagley, que supo tener su planta en la Av. Montes de Oca al 100, es un claro ejemplo en ese sentido. En un contexto de inflación generalizada, de desabastecimiento y de pujas salariales como fue el tercer gobierno peronista, las y los trabajadores de la fábrica alimenticia, con sus comisiones internas al frente, incorporaron a sus demandas gremiales el “control obrero de la producción”, con la certeza de que los gerentes de Bagley acumulaban stock en los depósitos para especular con el alza de precios por caída de la oferta.

No nos vamos a extender en este artículo sobre la lucha de las y los obreros de la industria de la alimentación porque es una investigación que tenemos en curso. Diremos sí que fue larga y dura, que tuvo episodios trágicos y heroicos, derrotas y victorias.

En el camino de tomar contacto con sus protagonistas conocí a Jorge Watts, quien había trabajado en Bagley. Tuvimos un par de conversaciones telefónicas y acordamos “vernos las caras” en un zoom. Hicimos dos entrevistas de esa manera. De entrada, Jorge –que siempre se mostró muy predispuesto y paciente- me aclaró que efectivamente había trabajado en Bagley, pero en una etapa posterior a la del conflicto que yo estaba investigando. Él ingresó a Bagley ya entrada la dictadura y de ahí será secuestrado el 22 de julio de 1978 a la salida de un turno de trabajo. Permanecerá desaparecido en el centro clandestino de detención y exterminio Vesubio y meses después será puesto a disposición del Poder Ejecuto y liberado en mayo de 1979.  El jueves posterior a su liberación participó en la marcha de las Madres de Plaza de Mayo. Fue cofundador y presidente de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos desde donde cumplirá el mandato de quienes estuvieron con él en cautiverio: “Si salís, da testimonio”.

Antes de trabajar en Bagley, Jorge Watts había sido empleado del Estado en el ex Ministerio de Bienestar Social. Militaba en Vanguardia Comunista y llegó a ser secretario nacional de su rama en ATE. La persecución política hizo que perdiera su trabajo.

Recuerdo la anécdota que me contó de una de las últimas acciones gremiales que llevó adelante en el Ministerio. A determinado horario, donde hubiera mayor cantidad de gente, debían encenderse los tachos de basura de una de las oficinas ministeriales. Jorge, con otros compañeros, estuvo experimentando mezclas de combustibles y la manera de encenderlos para que la acción estuviera lista a la hora señalada. La operación fue un éxito.

Años más tarde, el escalafón de Bagley lo llevó a ser el responsable de la preparación de los glaseados que recubren las galletitas “anillitos”. Debía tener listas dos grandes bateas, una con glaseado rosa y otra con glaseado blanco para cuando iniciara el turno de la mañana.

Se me ocurrió decirle que ambas actividades podían tener cosas en común y si no se sentía como una especie de “alquimista” mezclando unos elementos para convertirlos en otras cosas. Lo pensó un rato y se rio con ganas. Sus compañeras y compañeros de la AEDD siempre destacaron su sentido del humor.

El covid-19 se lo llevó de este plano a comienzos de marzo de 2021, en cada recuerdo, homenaje y reconstrucción de la Memoria, Jorge Federico Watts está presente con nosotros.