Iron Mountain: A diez años, las familias reclaman justicia

Las hermanas de Juan Matías Monticelli y de Pedro Barícola hablaron de corrupción y exigieron celeridad en el inicio del juicio oral que debería comenzar antes de que termine el año. Los imputados son veintidós entre funcionarios del gobierno porteño, empleados de la empresa que debía resguardar archivos y gestores que consiguieron una habilitación trucha del depósito.

Iron Mountain: A diez años, las familias reclaman justicia

“Desde aquel día comencé a cuestionarme el concepto de Justicia. Por qué la vida de nuestros seres queridos fue arrebatada injustamente. Pero lo que me motiva en estos momentos es la lucha, la cual debe persistir hasta el final para honrarlos como es debido. Y esto se puede lograr viendo que los responsables paguen sus culpas y luchando, además, para que el heroico accionar de estos servidores públicos jamás se pierda la memoria. Sabemos bien que la gran falta de memoria que muchas observamos en esta causa es provocada por oscuros intereses de personas corruptas a las que no les conviene que la verdad salga a la luz”, dijo Martina Monticelli, quien hace diez años, cuando apenas tenía nueve, se enteró de que su hermano no volvería más a la casa familiar. Juan Matías era uno de los diez bomberos que murieron cuando se cayó la pared del depósito de Iron Mountain, en Barracas.

Martina leyó su discurso, que llevó anotado en el teléfono celular, ante un centenar de familiares y amigos reunidos ante el santuario construido en Jovellanos al 1200, casi en la esquina con Quinquela Martín. Allí, por primera vez como oradora en un acto aniversario, también expresó que la pérdida de su hermano la llevó a cuestionarse “sobre la vida, sobre la existencia, para qué venimos y, sobre todo, el por qué algunos se van para siempre dejando a otros sobreviviendo con un recuerdo que, poco a poco, se vuelve más difuso y ese dolor, que genera ver esa silla vacía, se vuelve más fuerte”. No la escuchó ningún representante oficial de la Policía Federal ni del cuerpo de Bomberos federales, al que pertenecía Juan Matías. Tal como ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri, no se acercó ningún representante al acto. Estuvo sí, como cada 5 de febrero, una delegación de los bomberos voluntarios de Wilde, donde se desempeñaba Luis Méndez, quien murió en Iron Mountain trabajando para Defensa Civil, igual que Pedro Barícola.

También fueron los bomberos voluntarios de Lanús y de San Fernando-Tigre, y un grupo de trabajadores de la Dirección General de Defensa Civil de la Ciudad de Buenos Aires. Para estos últimos, Liliana Barícola -una de las tres hermanas de Pedro- tuvo unas palabras especiales: les agradeció que hayan ido cada aniversario pese a que tenían la prohibición de asistir. Cuando lo dijo, las y los compañeros de Pedro asintieron, con el ceño fruncido, la boca apretada.

“Este año se suma la paradoja de tener que pedir permiso para hacer un acto en la calle. Solo ocupamos las calles para pedir justicia por el asesinato de los nuestros. Estamos sometidos a cumplir un protocolo que se vuelve irónico en este lugar porque a Pedro lo aplastó una pared estando en la vereda”, leyó Liliana, que se llevó las palabras escritas a mano, en una hoja de cuaderno.

Liliana, que cerró el homenaje que comenzó con una bendición del sacerdote Carlos Peteira, señaló la “gestión improvisada del gobierno porteño” que permitió que existiera una habilitación deficiente del depósito que no contaba con la protección ignífuga necesaria. Eso posibilitó que el gran volumen de fuego, provocado por un incendio intencional con cuatro focos de fuego que actuaron en forma conjunta, hiciera colapsar la estructura, que provocó el derrumbe de la pared que aplastó a los bomberos.

“Por eso seguimos exigiendo justicia y juicio oral a corto plazo porque diez años es demasiado. Exigimos penas efectivas y quita de matrículas para que paren y dejen de matar. No perdonamos. No transamos con sus asesinos”, completó Barícola y agradeció al equipo que produjo el documental “En cumplimiento del deber”, que aborda el incendio en el que se destruyeron toneladas de archivos de empresas y bancos investigados por diversos crímenes económicos.

"La gran falta de memoria queobservamos en esta causa es provocada por oscuros intereses de personas corruptas a las que no les conviene que la verdad salga a la luz”

A diez años del incendio, hay una causa aún en curso a cargo de la jueza Fabiana Palmaghini, quien en abril del 2023 elevó el proceso a juicio oral y público, sin fecha, por el delito de incendio culposo seguido de muerte y lesiones culposas. Entre los veintidós imputados figuran directivos de Iron Mountain, ex funcionarios de la Dirección General de Fiscalización y Control del Gobierno porteño, un empleado de seguridad y una persona que participó de los trámites de habilitación. “Entendemos que tendríamos fecha de inicio de juicio en la segunda parte de este año. Están dadas las condiciones para que el Tribunal Oral 18 inicie el proceso judicial”, consideró el abogado de los familiares Javier Moral.

Del acto, también participaron el diputado nacional de Unión por la Patria Eduardo Valdés; los legisladores porteños Claudia Neira y Claudio Ferreño; el ex secretario de Articulación Federal y exdiputado Gabriel Fuks y presidente del Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios Carlos Alfonso.

Además de los rescatistas Barícola y Méndez y del bombero Monticelli, durante el incendio de Iron Mountain murieron también Damián Veliz, Eduardo Conesa, Maximiliano Martínez y Anahí Garnica (del Cuartel I de Bomberos de la Policía Federal), Leonardo Arturo Day (jefe de Departamento Zona I de la Superintendencia Federal Bomberos de la Policía Federal), Julián Sebastián Campos (Bomberos Voluntarios Metropolitanos de Vuelta de Rocha). Días después, falleció Facundo Ambrosi, que había quedado muy mal herido, y doce meses después se suicidó Diego Oneil, que no soportó la pérdida de su gran amigo Ambrosi.