Cartografía del afecto
Ciudad Oculta es la primera muestra individual de Nahuel Alfonso, un ensayo fotográfico sobre la cotidianidad de ese barrio del sur porteño y pobre donde creció. Los talleres de PH15 lo acercaron a la fotografía que Nahuel eligió en modo documental para poder visibilizar “la vida de verdad”. Texto: JImena Rodríguez. Foto: Eva Chevalier (CCMHC)
Sur Capitalino
27 de Julio, 2017
Nahuel Alfonso se encontró con la fotografía casi de casualidad. En un taller del barrio, con una camarita de plástico y una película vencida logró sacar la foto que le revelaría la potencia expresiva de una imagen. Ciudad Oculta es su primera muestra individual, un ensayo sobre la cotidianidad, la cercanía y los afectos. Un gesto poético y político para mostrar otra mirada sobre la vida en la villa.
Nahuel nació en Moreno pero pasó parte de su infancia y su adolescencia en Ciudad Oculta, el nombre con que es conocida la Villa 15, en el barrio de Villa Lugano al sur de la Ciudad. Allí vivía su abuela paterna. Alternó escuelas, amigos, calles, oficios, siempre en la búsqueda de un medio para expresar su agitado mundo interior.
"Mi contacto con el arte es consecuencia de los padres que tuve. Mi mamá era maestra y mi papá era un artista, escribía, pintaba y trabajaba el hierro. Los dos eran personas con una gran sensibilidad, bastantes depresivos. Para mi mamá fue muy duro tener que dar a sus hijos por cuestiones económicas y mi papá nunca pudo superar la separación, las crisis y se hundía en el alcohol", recuerda.
De la mano de su padre, a quien define como un Spinetta del barrio, aprendió a pintar, a dibujar retratos, a soldar, a tocar la guitarra. Desde pequeño encontró en el arte un lugar donde expresar ese puñado de ideas que irían cobrando fuerza a lo largo de su vida: la intensidad de los versos de Becquer, la mirada escéptica de Kobain, una mezcla de rebeldía punk, meditación y búsqueda espiritual.
A los 15 años, luego de un año difícil con deserción escolar incluida decidió refugiarse en la casa de Ciudad Oculta. "Como el año escolar ya estaba arrancado, nos acercamos con un primo a un centro cultural comunitario para ver cómo podíamos hacer para conseguir vacante. Entramos al colegio a través de un programa del Gobierno ‘Vuelta a la escuela’ y nos ofrecieron empezar un taller de fotografía que estaba por arrancar en el barrio con Martín Rosenthal, uno de los fundadores de la PH15", recuerda.
Nahuel no pudo sostener ese primer taller, cuenta que sacó tres o cuatro rollos, no mucho más y abandonó. "Nunca pensé que iba a ser fotógrafo. Me veía como a mi viejo, un artista frustrado que me iba a morir antes de los 30".
Unos años después, su tío Eugenio, que ya era tallerista de la Fundación PH15, lo convocó para un taller que arrancaba en Beccar. "Después de un tiempo ahí, volví al taller de Ciudad Oculta. Ahí hago la foto del Paraguas que abre la muestra y es la que me hace dar cuenta que quería ser fotógrafo".
Cerca
En diciembre de 2010, más de tres mil familias tomaron el Parque Indoamericano para reclamar por el acceso a una vivienda digna. A raíz de una denuncia del Gobierno porteño comenzó un operativo represivo de desalojo que terminó con el asesinato de tres personas. Mientras los funcionarios porteños, encabezados por el entonces jefe de Gobierno, Mauricio Macri, hablaban de inmigración descontrolada, mafias y narcotráfico; las noticias no hacían más que reforzar la criminalización de los ciudadanos reduciendo el conflicto a una batalla campal entre vecinos y ocupantes.
"Cuando pasó lo de la toma dije voy a hacer un laburo acerca de la vida de verdad. Muchas veces los medios parecen estar contra las personas y a favor de sus intereses. Mi búsqueda viene por otro lado, estar cerca de las personas y tener un interés en común con ellas, sin intermediarios. Yo trabajo conociendo personas, ese es mi rol como trabajador de la fotografía", define.
"Siempre tuve en claro que no podía contra los medios por el tema de la rapidez con la que manipulan la información. Entonces aposté a la fotografía documental porque pienso que si el arte es bueno el tiempo se encarga. Yo puedo a través del arte y el arte solo puede a través del tiempo" explica Nahuel.
Con esa premisa comenzó a configurarse Ciudad Oculta, un ensayo fotográfico que busca mostrar otro lado de la vida en la villa, ese que por lo general queda invisibilizado detrás del estigma, la indiferencia y el cliché. Las imágenes, en su mayoría retratos, capturan miradas, climas, festejos, fragmentos de la cotidianidad que parecen inalterados ante la presencia de la cámara. Ciudad Oculta devela una poética de la villa que sólo puede captarse desde el encuentro.
"La empatía es el epicentro de mi obra como autor", reconoce Nahuel, con la certeza de haber encontrado en la cercanía su marca personal.
El dato
La muestra Ciudad Oculta puede visitarse hasta el 30 de julio, de martes a domingo de 11 a 21, en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Av. del Libertador 8151.
