Basurero porteño
La Ciudad está cada vez más sucia. Y la respuesta del Gobierno porteño son medidas insólitas e ineficientes -como rociar los contenedores con aroma a limón- y la estigmatización de cartoneros y personas en situación de calle. Mientras el gasto en higiene urbana crece, a contramano de la reducción en salud y educación, Macri recortó un programa clave para la limpieza de barrios populares y despidió al 70% de sus trabajadoras.