Un abrazo por La Usina

Esta tarde a las 18, docentes, alumnos y vecinos se reunirán en el centro cultural de Barracas para defender el espacio donde se brindan decenas de talleres gratuitos. Desde que comenzó el año, el Gobierno porteño recortó contratos laborales lo que impactó directamente en la cantidad de clases.

Un abrazo por La Usina

Apenas asumió, la gestión de Jorge Macri dispuso un fuerte recorte en el Programa Cultural en Barrios, que brinda talleres gratuitos en 36 sedes de toda la Ciudad. En Barracas, la medida afectó a La Usina: achique o eliminación de horas cátedra de les docentes -incluida su coordinadora-, menos cupos, menos talleres.

Ante semejante ajuste, docentes, alumnos y alumnas, organizaciones sociales y culturales, y vecinos de Barracas abrazarán esta tarde al centro cultural de Santo Domingo 2752, bajo la consigna ¡Basta ya de achicar la cultura!

Luego del abrazo, tendrán una Asamblea comunitaria para decidir qué medidas tomar frente a esta situación y una merienda a la canasta en una muestra de que son “refugio de cultura y resistencia”.

Las consecuencias concretas de la motosierra de Macri son que la coordinadora de La Usina, Carolina Fernández, está sin contrato laboral desde enero 2024; muchos de las y los profes sufrieron un recorte injustificado de horas cátedras lo que se traduce en un recorte salarial; los talleres virtuales fueron dados de baja; y algunos talleres están por desaparecer ya que el gobierno no autoriza las altas a los cargos de nuevos profes y dejarán sin acceso a la cultura a las infancias y a los adultos que toman esos talleres.

“El programa viene ya muy vapuleado y sufre golpes de cada gestión. Esto que está pasando ahora, se había dado cuando Hernán Lombardi asumió en Cultura, con Mauricio Macri. El modus operandi es apuntar primero a los contratos, no renovándolos. Nuestros contratos cayeron como siempre en diciembre y los tenían que renovar en enero de este año. En ese momento recibí un mail que decía que no me lo iban a renovar. Sabemos que hubo una bajada en el Gobierno de la Ciudad de hacer una reducción en la planta”, describía en marzo la coordinadora Carolina Fernández en una nota a Sur Capitalino.

Esta incertidumbre para tantos docentes se suma a la situación de precariedad general que viven como la mayoría de los empleados del Estado. “Es una planta transitoria no formal, se renueva anualmente, sin acumular antigüedad. Y a su vez, la forma de contratación es irregular, porque por ejemplo yo que como coordinadora tengo tareas de gestión, cuento con un contrato artístico”, sumaba.