Desalojo y represión a mujeres y niñes en la Villa 31
Policías de la Ciudad reprimieron esta madrugada a once familias que se encontraban en el complejo conocido como El Hotelito, un inmueble ocioso donde varias mujeres empujadas por la violencia machista y los desalojos se organizaron para pasar la pandemia. Carolina Soledad Duarte Domínguez y sus 8 hijes fueron desalojados en un operativo que incumplió todos los protocolos: se realizó de noche, sin aviso previo, con violencia y golpes a niñes y sin ninguna solución habitacional alternativa.

Desde las Consejerías de Vivienda, informaron que la mujer continúa detenida y una de sus hijas de 12 años, desaparecida. A través de un comunicado, que reproducimos a continuación, denunciaron que el operativo incumplió todo tipo de protocolo: se realizó de noche, sin aviso previo, golpearon a les niñes y no dieron ninguna solución habitacional alternativa, entre otras falencias.
REPUDIAMOS LA REPRESIÓN A MUJERES Y NIÑES POR PARTE DE LA POLICÍA DE LARRETA EN LA VILLA 31
Desde las Consejerías de vivienda, repudiamos fuertemente el violento accionar represivo de la Policía de la Ciudad, a cargo de Diego Santilli, en la madrugada de hoy. Carolina Soledad Duarte Dominguez, junto a sus 8 hijes, se vio empujada a buscar un techo por cuenta propia, ante la inacción total del estado frente al drama de los desalojos, que a pesar del DNU 66/21 siguen en alza en todo el país, en particular CABA. Carloina está presa y una de sus hijas de 12 años, desaparecida.
La vecina y sus hijes fueron violentamente desalojades, como muestra el video. Además, el operativo incumple todo tipo de protocolo para realizar desalojos: es de noche, se golpea a niñes, sin ningún aviso previo, sin solución habitacional alternativa y demás falencias.
El hotelito de la Villa 31 es un emblema de la lucha, la organización y la recuperación de espacios ociosos. Varias vecinas a cargo de sus familias, luego de ser desalojadas, decidieron no estar en situación de calle en medio de una pandemia y convirtieron en vivienda un espacio ocioso que el gobierno de la ciudad jamás terminó. Dicho sea de paso, muchas de estas mujeres escapaban de violencia doméstica, la otra gran pandemia que azotó a mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, no binaries y niñeces durante el aislamiento obligatorio.
Hoy Carolina está presa, le imputan usurpación y desobediencia con intervención de la FPCyF 15. Fue trasladada a la Alcaldía 1 para fichas y médico, y lo que sigue es un destino incierto. La criminalización de quienes luchan por el derecho a un techo, en particular disidencias, mujeres y más si son migrantes, está a la orden del día. Hace pocos días recuperó su libertad Belén Guevara, presa en una situación similar a la de Carolina, liberada gracias a la movilización popular. O hace meses, el desalojo violento de otra mujer y sus hijes de viviendas no adjudicadas en el Playón de Chacarita usando las fuerzas represivas. Esto demuestra que hay responsabilidad compartida de todo el gobierno de la ciudad, tanto la secretaría de integración social y urbana (que interviene en la Villa 31, a cargo de Diego Fernández), como del IVC (con Juan Maquieyra a la cabeza, que opera en las demás barriadas de la ciudad).
Mientras que las organizaciones sociales denunciamos los desalojos sin fin en las barriadas en medio de una pandemia y crisis económica sin precedentes, ni el IVC ni Desarrollo Humano y Hábitat (con Migliore y Corach como principales responsables) se niegan a generar un programa de subsidios para inquilines precarizades, y miran para otro lado ante el sistemático incumplimiento del DNU 66 en las villas, hoteles y pensiones de la ciudad.
Pero mientras nos encarcelan a nosotres, siguen libres delincuentes y especuladores, funcionarixs públicxs que desvían fondos millonarios destinados a reurbanizaciones que las barriadas no terminan de ver, o alentando remates de tierras públicas por chirolas a grandes grupos inmobiliarios.
La política de Larreta y sus funcionarixs es clara: expulsar a les trabajadores de la ciudad, que pretenden para unes poques. Sin ir más lejos, ayer se avanzó con el desalojo de 22 familias en el barrio de La Boca, quedando en situación de calle 40 niñes. Hay que ser clares, en esto no hay grieta. Mientras en todo el país el déficit habitacional se calcula en 4 millones de viviendas, en el Senado se aprobó ayer mismo la ley de blanqueo, que permite que plata fugada por grandes grupos económicos se vuelque a la especulación inmobiliaria, brindando además exenciones impositivas.
El panorama en términos de desalojos se ve complejo. Hay que redoblar la organización y potenciar la resistencia para erigir un movimiento de lucha por la tierra y la vivienda en todo el país.
LIBERTAD YA PARA CAROLINA Y APARICIÓN INMEDIATA DE SU HIJA
BASTA DE DESALOJOS
¡LA VIVIENDA Y LA TIERRA SON DERECHOS, NO MERCANCÍAS!