«Nos encontramos en estado de alerta y elaborando un plan de emergencia frente a esta grave situación. Hacemos un llamamiento público para solidarizarse con nuestra lucha y sumarse a nuestro reclamo por el acceso al hábitat», dice el último comunicado vecinal.

Muchas personas viven en el edificio desde hace 18 años y, más de la mitad de los habitantes son niños y adolescentes. Reclaman una solución habitacional por parte del Gobierno porteño. 

El desalojo tiene sentencia firme desde 2017, firmado por el juez Fernando Jorge Virginio Cesari del Juzgado Civil N°60. “Por el momento no hay una fecha firme, aunque ya sabemos que jugar al desgaste y a la expectativa es parte de las maniobras del Estado para que les vecines desistan. Sin embargo, la casa no se abandona”, anunciaron.

Las familias lanzaron una campaña de adhesiones de colectivos, organizaciones de derechos humanos, políticas e individualidades para frenar el desalojo. Para sumar tu adhesión enviá un mail a: difusion.santacruz@gmail.com