El oficialismo porteño encabezado por Horacio Rodríguez Larreta, le había dado el aval legislativo en 2021 cuando se aprobó la rezonificación de la ex ciudad deportiva, en manos de IRSA desde 1997, cuando adquirió los terrenos por alrededor de 50 millones de dólares.

La iniciativa estuvo frenada durante todo 2022 por la Justicia de primera instancia, que declaró nulo el convenio urbanístico al señalar que había pasado por arriba de tres normas además de la Constitución porteña: el Plan Urbano Ambiental, la Ley 123 de estudios de impacto ambiental y el Acuerdo de Escazú. El freno fue revocado por Cámara en marzo del año pasado y desde ese momento se esperaban novedades sobre el comienzo de los trabajos. 

Fue el propio Eduardo Elzstain, propietario del grupo IRSA, quien anunció la construcción del nuevo barrio de lujo que ahora se llamará Costa Urbana a Ramblas del Plata. Se trata de diez edificios con 6400 unidades en el terreno de 72 hectáreas ubicado a orillas del Río de la Plata y frente a la Reserva Ecológica, con precios a partir de 4 mil dólares el metro cuadrado. 

Pero todavía deberá pasar por una instancia de audiencia pública para obtener su certificado de aptitud ambiental. La Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad la convocó para el próximo 4 de septiembre porque, entre otras cosas, Costa Urbana --así se sigue llamando en los papeles oficiales-- implica el desarrollo de una urbanización con apertura de calles y redes de servicios públicos nuevas. Todo a orillas del Río de la Plata y frente a la Reserva Ecológica Costanera Sur, humedal protegido internacionalmente. 

La inscripción para la audiencia está abierta hasta el 29 de agosto enviando un correo electrónico al e-mail audienciaspublicas@buenosaires.gob.ar. 

Los vecinos y vecinas que se anoten para participar podrán volcar allí las opiniones a favor o en contra del proyecto como lo hicieron en la audiencia pública de 2021, donde más de 800 vecinos y vecinas se manifestaron en contra con posturas centradas en ejes como el déficit habitacional porteño, el impacto ambiental del proyecto en zona de humedales, la especulación inmobiliaria y el acceso al río excluyente. 

Fuente:  Página 12