Artesanos de La Boca resisten el traslado de la feria
El Gobierno porteño quiere relocalizar de manera inconsulta los puestos que están hace décadas en Vuelta de Rocha. El lugar elegido es la Plazoleta Bomberos Voluntarios donde vecinos y organizaciones realizan distintas actividades. La decisión llega la misma semana en que la gestión de Macri ordenó un desalojo por decreto y que un catamarán empezará a trasladar turistas por el Riachuelo.
Sin argumentos, de manera compulsiva y no consensuada, el Gobierno de la Ciudad pretende reubicar la feria de artesanos de Vuelta de Rocha en la plazoleta Bomberos Voluntarios, de Lamadrid y Garibaldi. Las 115 personas que tienen puestos habilitados de jueves a domingo están en estado de alerta y durante este fin de semana, incluso, permanecieron en vigilia para defender sus lugares de trabajo. Las y los artesanos no quieren que los relocalicen. Plantean que su lugar es frente a la Plaza de los Suspiros y que la plazoleta es un espacio donde los chicos juegan al futbol, ensayan la murga y la comparsa de candombe y se realizan muchas otras actividades barriales. Además, según los planos que les mostraron los funcionarios, los puestos quedarían ubicados en un laberinto de difícil circulación y en un sector donde los turistas transitan menos. Por eso, temen que perjudique sus ingresos.
“Vemos claramente cómo el gobierno prioriza el interés económico de empresarios gastronómicos privados por sobre la feria y la actividad cultural”, denuncia Pablo Canobio, delegado de las y los artesanos desde hace 25 años. El análisis no es caprichoso. La noticia de la feria se supo en la misma semana en que la gestión de Jorge Macri ordenó por decreto desalojar a veinte familias del edificio de Pedro de Mendoza y Necochea. Y un día después de que el jefe de gobierno inaugurara a metros de allí la estación de un catamarán turístico que irá de Puerto Madero a La Boca por el Riachuelo a un costo de 17 mil pesos para extranjeros y 14 mil para argentinos. Nada es casualidad. El mercado turístico e inmobiliario avanzan de la mano del Estado aplastando todo a su paso.
El cuento del orden
Durante las últimas semanas, Canobio y los otros delegados de las ferias de Vuelta de Rocha I y II se reunieron cuatro veces con funcionarios del Gobierno de la Ciudad. En la primera reunión les hablaron de un proyecto de nocturnidad en La Boca. Fue con la directora de Permisos y Ferias Yoana Fiore y su gerente operativo. “Nos mostraron un Power Point donde estaba el tema adoquinado, luminarias y señalética. Ahí le hicimos notar que en ninguno de estos casos habían tenido en cuenta a la feria. La presentación tenía una etapa 2 que decía ‘traslado de la feria de vuelta de rocha a la ribera’. Le dijimos que era inviable. Que estamos desde el ‘87 y desde el ‘92 ya con una ordenanza que regula la actividad y un decreto que nos ubica frente a la plazoleta de los suspiros”, relata el delegado a Sur Capitalino.
A la segunda reunión se sumó el subsecretario de Ordenamiento Urbano, Pedro Comín Villanueva, quien les planteó un reordenamiento del espacio que incluía reubicar un sector de la feria y correr hacia atrás la hilera de puestos que está sobre el lado de Magallanes. “Nosotros accedimos, pero ahí mismo nos dijo ´no se si eso alcanzará’”. En el tercer encuentro los artesanos les presentaron el plano con las modificaciones que habían pedido. La cuarta fueron a escuchar la devolución, pero los funcionarios llegaron con los planos para mudarlos a la Plazoleta Bomberos.
“Metraron la plaza de los bomberos, cargaron los metros de cada puesto multiplicado por 70 y la computadora les dio 7 opciones de planos que son un laberinto, sin sentido de circulación para el funcionamiento. Por acá pasan los que van a Caminito y hacia la cancha, los que vienen por la ribera. Los tures que bajan en la plazoleta llevan turistas secuestrados por las empresas que los bajan del micro, los llevan a los negocios, los sacan y los suben al micro con los minutos contados. No se van a meter en ese laberinto y eso irá en detrimento de nuestra actividad”.
Para los artesanos, la idea de mudarlos busca beneficiar a los empresarios gastronómicos que ocupan el espacio público con sus mesas, sillas y tarimas. Año a año, avanzan sobre calles y veredas. No hace tanto, la cocina de uno de los restaurantes que está sobre Magallanes se prendió fuego y los bomberos no pudieron ingresar por todas esas estructuras.
“Empiezan a ‘ordenar’ lo que está ordenado y lo que está ilegal no lo tocan. Hacemos responsables del intento de traslado al subsecretario Comin, a la directora de Ferias Yoana Fiore, a Valentín Díaz Gilligan, presidente de Entur, y a José Palmiotti empresario gastronómico con el cual ya tuvimos inconvenientes en varias oportunidades por el espacio en conflicto”, cerró Canobio.
Díaz Gilligan encabeza el Ente de Turismo de la Ciudad y desde marzo también el Consejo Federal de Turismo. Tiempo atrás fue director de empresas dedicadas a la compra y venta de jugadores de fútbol y en 2015 Mauricio Macri lo nombró subsecretario general de la Presidencia. El cargo le duró hasta 2018, cuando renunció tras la revelación del diario El País de España de que tenía una cuenta offshore por más de 1,2 millones de dólares en Andorra.
José Palmiotti preside la UCR en la Comuna 4 y es un dirigente muy vinculado al ex presidente de Boca, Daniel Angelici. Dueño del Bar La Perla, a metros de Caminito, fue titular de la Defensoría del turista hasta que en 2019 su hijo Carlos heredó su cargo.
Las y los artesanos decidieron resistir el traslado. También analizan hacer una presentación judicial contra la medida inconsulta del gobierno. La ley 2240 los reconoce parte del polo productivo de La Boca. La feria es la salida laboral de casi 140 familias. Por eso convocan a organizaciones y vecinos del barrio a defender el espacio de trabajo, arte y cultura: “No al desalojo de la feria. Basta de desalojos en La Boca. La cultura no se vende, se defiende”.