Justicia por Ferni Ayala
En pocos días, el Tribunal Oral 17 dictará sentencia en el juicio por el femicidio de la joven de 28 años que vivía en el barrio Zavaleta. El único imputado es su ex pareja, Esteban Rojas Almada, quien estuvo prófugo cinco meses en Paraguay. Hablamos con Clara, hermana de Ferni, sobre sus expectativas por el veredicto.
El juicio por el femicidio está llegando a su fin. En pocos días, los jueces del Tribunal Oral 17 definirán si Esteban Rojas Almada mató con su pistola 9 milímetros a Fernanda Cristina Ayala. Ferni tenía 28 años cuando el 19 de febrero de 2023 sus hermanas la encontraron sin vida en la vivienda de Zavaleta que compartía con Rojas, prestamista de 46 años. El juicio oral, que determinará si fue un femicidio, comenzó el 23 de octubre. La familia de Ferni, acompañada de distintas organizaciones sociales, asistieron a todas las audiencias. “A la que más le cuesta es a mi mamá, fue muy duro escuchar la declaración del femicida. Que haya dicho que fue en legítima defensa, que él no disparó, que no vio el arma, que no hizo nada. Yo estaba preparada para escuchar cualquier cosa, pero me sorprendió que haya declarado”, contó a Sur Capitalino Clara Ayala, hermana de Ferni e integrante de la Red de Mujeres y Disidencias de la Villa 21-24 en el barrio de Barracas.
“Como mujer y como hermana de Ferni, tengo fe que será una condena ejemplar”, dijo Clara.
En la segunda audiencia, el 30 de octubre, Rojas decidió dar su versión. Como imputado, no tiene la obligación de decir la verdad. Sentado frente al Tribunal habló en castellano, bajito y sin modular. A su lado, se sentó un traductor de guaraní asignado por el consulado de Paraguay por si el imputado quería expresarse en su lengua de origen. “Le pido perdón a la familia por haberla dejado ahí -dijo en español- y por no haberla asistido -agregó en guaraní-. Pido perdón al Tribunal por irme, estaba alcoholizado y asustado”, se defendió entre dientes. En un pedido que demuestra la precariedad del poder judicial, los jueces solicitaron al público presente que controlara la traducción y, en caso de discordancia, interrumpieran la declaración. No hizo falta. Rojas habló en perfecto castellano. Las incongruencias en su relato sobre la secuencia del crimen fueron constantes. Durante más de una hora explicó cuál era el vínculo familiar, la relación con ella, por qué habían discutido, cómo después de la muerte de Ferni se limpió la sangre y se fugó a Paraguay. Dijo que no la mató sino que intentó sacarle el arma y se disparó. “Él minimizó totalmente lo que había hecho con mi hermana y las denuncias de violencia de género de otras parejas. O sea, sostuvo que lo quisieron atacar y que él se defendió. Se hizo la víctima y dijo que las chicas siempre son las locas, las borrachas, las celosas”, aseveró Clara.
Los Ayala son seis hermanos muy unidos, cinco mujeres y un varón. Las dos del medio, Clara y Ferni, se llevaban un año y estaban siempre juntas. “Era más que mi hermana, no necesitaba tener más amigos porque Ferni para mí era todo. El único día que yo tenía libre era juntarme con ella, levantarme súper temprano, le mandaba un mensaje preguntando si estaba despierta y me decía venite, tomábamos mate y pasábamos el día juntas. Es la primera vez que nos separamos y para siempre. Ella siempre está conmigo, yo la siento, pero no la puedo ver. Es muy difícil, para mis hermanos, para mi mamá, para su hijo”, recordó Clara y explicó que tiene la guarda definitiva de su sobrino que también perdió a su papá el año pasado. Además denunció a la prensa que los familiares de Rojas los hostigan y amenazan: “Están metidos en el narcotráfico él y su familia. Entonces en el barrio la gente le tiene miedo y respeto de alguna forma, ya sea por la droga o por los préstamos. A mí me hostigan por redes sociales tratándome de pitufita, de policía”.
-¿Qué expectativas tenés con la sentencia?
-En este tiempo aprendí mucho y con mucha paciencia. Al principio quería todo ya, después fui entendiendo el tiempo de la justicia. El femicidio ocurrió el 19 de febrero del año 2023, estamos en noviembre del 2024 en la última etapa de juicio, creo que fue bastante rápido. Hay que demostrar el contexto de violencia de género que sufría Ferni porque ella no realizó una denuncia en contra de Esteban Rojas Almada. Eso parece un problema para la justicia. Nosotras tenemos que buscar pruebas, algún mensaje de ella o una foto con unos moretones. Me parece malísimo que capaz no lo condenen por femicidio si no está probado el contexto de violencia de género. Me encantaría como familiar, como mujer, como hermana de Ferni, que si lo condenan a perpetua sea por femicidio. Sino toda la lucha que estamos atravesando, sería en vano. Pero yo tengo fe de que sea una condena ejemplar.
-¿El barrio se comprometió en la búsqueda de justicia?
-Estoy sorprendida porque casos como este los viví como mucha gente, viendo todo por la tele, hasta que nos tocó estar en este lugar. Y la verdad es que desde el primer momento muchísimas vecinas nos acompañaron y nunca nos soltaron la mano. También nosotros fuimos muy constantes con las redes sociales, nunca dejamos de compartir la foto de de mi hermana y la foto del femicida. Hay que llamarlo con nombre y apellido, no olvidarse aunque le tengan preso, seguir publicando su foto.
-¿Cómo es para vos la vida sin Ferni?
-Yo no puedo creer lo que pasó. No puedo mirar su foto, me cuesta porque no quiero quebrarme. Me muestro fuerte, soy fuerte, pero tengo mis días. Creo que todavía no hice el duelo. Me siento muy cansada, estresada. La extraño muchísimo, no puedo creer que no esté más. No lo acepto. Es como si se hubiera ido de viaje. Me parece que hace muy poquito la vi por última vez, que la abracé por última vez. Se me pone la piel de gallina porque me cuesta mucho. La siento conmigo, pero necesito verla como antes.
NdR: Al cierre de esta nota, la fiscal del juicio, María Luz Castany, solicitó para Rojas la pena a prisión perpetua por “femicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género” y “portación ilegal de arma de guerra agravada”.