La subsecretaría será desarticulada y se reconvertirá el área en dos direcciones. Por un lado, la Dirección de Violencia que, tendrá bajo su responsabilidad la Línea 144, pero ya no será de género sino violencia a secas. Una omisión que no es menor y explicita toda una línea de pensamiento que niega la violencia por razones de género y, al hacerlo, cuestiona la propia noción de género intentando reducirla a una matriz biológica.

La otra dirección será la de Autonomía Económica de la Mujer, que se orienta a la implementación de políticas que contribuyen a la “igualdad real” de oportunidades y trato en el empleo. 

Otra de las reestructuraciones tiene que ver con la Dirección General Investigación de Políticas para personas con Discapacidad, que pasará a Subsecretaría bajo la dependencia de la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio.

Estas medidas se anuncian luego de las falaces declaraciones del presidente Milei en Davos contra la comunidad LGTBIQ+ y el avance del gobierno libertario contra las políticas de género. Dentro del PRO conviven distintas líneas, pero ante estos anuncios es clara la preponderancia de los sectores más conservadores.