El jueves 12 de diciembre Andrea D´Atri, vecina del barrio de La Boca, asumió como diputada porteña por el Frente de Izquierda (FIT). El cambio de banca se dio ahora porque el frente político que integra decidió rotar a sus representantes para favorecer los acuerdos internos y dar visibilidad a distintos referentes de la ciudad. En este caso, la rotación se da entre dos mujeres: salió Celeste Fierro y entró Andrea en su lugar.
"Me honra ocupar por primera vez un puesto de lucha diferente a aquellos en los que participo como militante socialista desde hace más de 38 años. Y asumir, también, un pedacito de la tradición obrera, popular y combativa de este barrio de La Boca en ese lugar", dice Andrea, dirigente histórica del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), principal fuerza del FIT.

-¿Cómo creés que se puede aportar a la defensa de los vecinos y vecinas de nuestra comuna desde la banca? 

-En la sesión que me tocó asumir, se trató la reforma al Código Urbanístico que propone Jorge Macri. Arranqué mi intervención contando que soy vecina de La Boca, donde marchamos por el derecho a la vivienda, contra los desalojos con represión policial que se hacen para favorecer los negocios inmobiliarios y ligados al turismo. También comenté que, en La Boca, lamentablemente ya estamos acostumbrados a los incendios que se producen por las condiciones de hacinamiento y precariedad en la que viven cientos de familias.

Y aproveché para decirles a los legisladores de Milei, que niegan las brechas de género, que hay 165 mil hogares que están a cargo de una mujer sin cónyuge y con hijos, cuyo promedio de ingresos no alcanza siquiera al miserable salario mínimo. Mucho más de la mitad de esos hogares, alquilan. ¿Cómo creen que es posible pagar un alquiler de un pequeño departamento con ingresos que ni siquiera alcanzan a cubrir la canasta básica familiar?

“Me honra asumir un pedacito de la tradición obrera, popular y combativa del barrio de La Boca en la Legislatura"

Desde nuestra banca vamos a seguir insistiendo con tomar medidas de emergencia como un impuesto progresivo a la vivienda ociosa para que los grandes propietarios no sigan manteniendo sus propiedades vacías para la especulación financiera o destinada a alquileres temporarios en dólares para el turismo. Y que esta recaudación esté destinada a solventar el acceso a la vivienda, en primer lugar, de las mujeres en situación de violencia y otros sectores vulnerables.

-La derecha política lleva muchos años de hegemonía en la ciudad, tanto en el Ejecutivo como en la Legislatura. ¿Cuál va a ser tu estrategia en el marco de esa correlación de fuerzas tan desfavorable?

-Más allá de la cantidad de legisladores, el gobierno de Jorge Macri depende de sus alianzas con un sector de La Libertad Avanza, encabezado por Ramiro Marra. Lo mismo ocurre al interior del PRO, donde bullrichistas y macristas votan divididos aún en cuestiones centrales. Mientras tanto, Unión por la Patria pretende aparecer como "oposición responsable", postulándose para el electorado de derecha porteño como una alternativa para futuras elecciones. Por lo tanto, todo es más incierto que lo que se podría deducir de la cantidad de bancas de unos y otros.

Para nosotros, PTS-Frente de Izquierda, es necesario construir una fuerza política que impulse y fortalezca la resistencia consecuente de la clase trabajadora y la juventud, en los sindicatos, las asambleas barriales, los centros de estudiantes, los ámbitos culturales y la intelectualidad. Esa es la única garantía que tenemos frente al colaboracionismo, los pactos por arriba, las treguas de las direcciones sindicales. Desde nuestra banca, convocamos a todos los que están desencantados con el triste papel que hizo el peronismo durante todo este año, a impulsar la resistencia y preparar la contraofensiva. Eso mismo le planteé a las numerosas compañeras de distintas tendencias y colectivas feministas que me acompañaron el día de la asunción como legisladora. En primer lugar, que me llenaba de orgullo que hubiera tantas personas con las que muchas veces disentimos, porque las coincidencias que tenemos las hemos tejido en las calles. Y que, por eso, quería proponerles no solo que mi banca sea un punto de apoyo para las luchas que vendrán, sino que se conviertan en algo así como una Comisión Asesora Feminista Transversal. Porque cuando el machismo se transformó en razón de Estado, es necesario agruparnos para resistir, pero también preparar la contraofensiva.

-En 2024 participaste de la Asamblea autoconvocada de La Boca, ¿qué instancias vecinales de organización ves? ¿creés que va a cambiar tu relación con ese tejido social, ahora que tenés una representación institucional?

-Creo que a medida que quienes no votaron a este gobierno vayan haciendo su propia experiencia con una oposición que se opone poco y nada, van a ir surgiendo más y nuevas formas de organización vecinal. No descarto que el próximo año, a pesar de ser un año electoral, tengamos más luchas estudiantiles, obreras, contra la represión institucional, por la carestía de vida, los desalojos y otras formas de exclusión. Como lo hicimos desde el 20 de diciembre de 2023, desde el PTS-Frente de Izquierda estaremos alentando y fortaleciendo todas las formas de organización democráticas, asamblearias, que surjan desde abajo.

Porque, como lo dije en la Legislatura, el presupuesto que se terminó aprobando sigue siendo para el fortalecimiento del aparato represivo y de las políticas urbanas que dejan fuera de la Ciudad a cada vez más personas. La menor asignación para el Instituto de la Vivienda en los últimos doce años, y un aumento del 300% en las partidas para el equipamiento de la Policía de la Ciudad. Es decir, piensan seguir respondiendo con gases y balas de goma a los que seguirán saliendo a las calles porque la crisis de la universidad de Buenos Aires continuará, porque los derechos de las mujeres y de la diversidad seguirán siendo atacados por sus discursos de odio, porque los trabajadores no comen vidrio y saben que no están cobrando 1100 dólares, como dijo el presidente Milei.

Mi relación con los vecinos y vecinas de la Ciudad, empezando por los de mi propio barrio de La Boca, no va a cambiar. Mi compromiso es, como siempre lo ha sido, con quienes viven de su trabajo y su esfuerzo personal y a quienes este gobierno no les ofrece más que pobreza, cercenamiento de derechos y una Ciudad expulsiva y represora. Y ese compromiso lo vamos a seguir honrando compartiendo la lucha, la movilización y, desde ahora, poniendo también nuestra banca como un punto de apoyo para esa resistencia.