Club o empresa

Este domingo los socios y socias de Boca decidirán entre dos modelos, el de la asociación civil sin fines de lucro y el de las sociedades anónimas. De un lado, Riquelme y el respaldo popular; del otro Macri y su intención privatizadora.

Club o empresa

Finalmente, las elecciones en Boca se harán el próximo domingo 17 de diciembre. La Cámara Civil resolvió este lunes revocar la cautelar de la jueza Alejandra Abrevaya y habilitó el terreno para que se realicen los comicios en el club.

La decisión fue un revés para el ingeniero ex presidente de la Nación y del Xeneize, Mauricio Macri, quien entabló una batalla desleal, con Andrés Ibarra como actor de reparto.

Durante las últimas semanas, el ídolo y actual vicepresidente del club de la Ribera, Juan Román Riquelme, denunció los métodos que implementó el macrismo junto con un grupo de fiscales y jueces, aliados en esta cruzada: persecuciones a la familia, clausuras de tribunas horas antes de partidos de local, denuncias fraudulentas de socies que, o no existieron, o ellos mismos negaron.

Ahora, todo esto quedó atrás. La Cámara estableció que los 13.800 socios y socias objetados ya tienen su derecho adquirido hace más de un año. Por otro lado, dijo que estos socios y socias no fueron oídos por la jueza antes de tomar una decisión.

Macri está desesperado por recuperar el poder en Boca y está envalentonado con los resultados de las elecciones presidenciales a nivel nacional, en las que un sector de Juntos por el Cambio se quedó con altos cargos y ministerios del gobierno de Javier Milei.

Este último mes, y sobre todo después del balotaje del 19 de noviembre, se pusieron sobre la mesa las propuestas de un lado y del otro: la oposición pretende derribar las asociaciones civiles sin fines de lucro para instalar las sociedades anónimas deportivas, mientras que el oficialismo adhiere al discurso de que “el club es de los socios y socias”, tal como se estableció hace casi 120 años.

Y los hinchas que, como siempre, quedan en el medio, tomaron una postura. Se autoconvocaron y mostraron el apoyo y el cariño incondicional con Riquelme, quien se puso al frente de la lucha para que el club siga siendo eso: un club. Y no una empresa que se le venderá a los inversores cataríes, árabes o chinos.

Pero eso no es lo único que Macri desea hacer con el club que dice amar. Para seguir quitándole la identidad y la historia a una de las instituciones deportivas más grandes e importantes del mundo, tiene un proyecto para sacar a Boca de la Bombonera y construir una cancha más grande y moderna, que pagarán los extranjeros que compren el club. Mientras el estadio Alberto J. Armando quede para la reserva o para el fútbol femenino, da igual.

Que el club entero quede en manos del privado, pero para beneficiar a los hinchas, dice Mauricio. Que hagan del club una potencia mundial y que Boca le gane a Milán 5 a 0 el Mundial de Clubes, dice el presidente Javier Milei -que también, claro, promueve todo lo que sea privado-. “¿Qué te importa quién es el dueño si le ganás a River 5 a 0? O preferís seguir en esta miseria que cada vez tenemos fútbol de peor calidad, dale”, provocó el libertario.

Que Boca sea como el París Saint Germain, dice también Macri. El equipo francés ya se convirtió en una empresa que compraron los cataríes y que nunca pudo alzar el trofeo más codiciado de Europa, la Champions League.

Riquelme fue claro: le explicó al pueblo xeneize que, con ese modelo, además de no tener ningún éxito garantizado, no podrán elegir nunca más a sus representantes en la dirigencia. Porque no sería más una asociación civil donde, precisamente, los hinchas asociados elijan. Lo harán los que hayan puesto los millones para comprar al club.

En lo deportivo, por ahora la dupla Ibarra-Macri ya anticipó que, de ganar las elecciones, el técnico del primer equipo será Martín Palermo, el máximo goleador de la historia de Boca y otro gran ídolo que, siendo actual entrenador de Platense, ratificó lo dicho por la oposición.

Riquelme, en contrapartida, dijo hace días que, siendo el presidente del club iba a anunciar al nuevo DT. Pero con la suspensión de las elecciones, aclaró que antes de fin de año Boca tendría entrenador. En los últimos días, Diego Martínez renunció a la dirección técnica de Huracán y el club se encargó de aclarar, a través de las redes sociales, que fue “por el llamado de Boca”.

Club o empresa. Eso se dirimirá en los comicios de este domingo que definirán el futuro de Boca, que no necesitó de ningún árabe o catarí para llegar a lo más alto del mundo y que cuenta con el amor incondicional y eterno de su gente.